Estamos acostumbrados a más que sólo sombras, golpes en las paredes y azotones de puertas. Ha estas alturas del género del terror, regresar a los básicos es fatal. Y eso es lo que tenemos en «Actividad Paranormal» , un filme que utiliza de nuevo la videograbación personal para darle autenticidad e innovación a otra rutinaria trama de fantasmas que no son fantasmas.
El Exorcista fue la película de terror que marco a una generación, volviéndose un estándar de lo que debe de ser este tipo de cintas. Es entonces cuando un filme como este llega con una sencillez, lentitud y aparente realismo que cuando termina te sientes defraudado por que el miedo tan publicitado nunca llega.
Micah (Micah Sloat) Katie (Katie Featherston) son una pareja de prometidos que son constantemente acosados por un ente sobrenatural. Conforme transcurre la historia Micah decide solucionar la situación videograbando los hechos extraños sin entender que con asuntos de demonios no se juega.
No puedo negar que la película esta bien estructurada, todo esta debidamente planeado para que aumente la tensión conforme pasan los minutos, hasta llegar por fin al emocionante clímax que se siente más como alivio porque la cinta se termino. Quizás haya personas que se sientan identificadas con los sucesos porque no están tan fantasiosos: ¿cuántas veces no hemos escuchado pasos en la azotea? o ¿visto sombras desaparecer cuando uno voltea la cabeza?, lo que sucede es que lo que se nos presenta durante 90 minutos ahora vienen representando los 5 minutos de otra cinta de terror.
Como tarea para la clase de cinematografía es adecuada , tiene excelentes actores convincentes, hasta los efectos especiales (limitados) lo son también, pero no es una película que revolucione el género porque los trucos son los mismos. ¿Cuántas veces te pueden espantar nada más porque se azote la puerta?
Por la avalancha de mercadotecnia que ha logrado llenar salas de cine en Estados Unidos, es que ha llegado tan lejos la cinta para ser reproducida en diversos países. Sólo aquellos faltos de experiencia con el terror lograrán valorar los intentos principiantes de aquello que supuestamente nos debe de espantar.