julio 2010

Crítica: Shrek Para Siempre

Imagen de Shrek y Rumpelstiltskin

Esperaba un gran final épico para la saga del ogro verde, pero por lo visto los productores comprueban que fue la codicia lo que prevaleció al crear una secuela que deja mucho que desear. La trama equivale a lo que cualquier caricatura sabatina nos ofrece y no justifica el gasto para asistir a una sala de cine.

Shrek es engañado a firmar un contrato con Rumpelstiltskin para que en un sólo día nadie se acuerde de su existencia y pueda regresar a los añorados tiempos en que su presencia causaba terror entre los aldeanos. Durante más de una hora los guionistas nos ofrecen versiones alternas de los protagonistas, haciéndonos recordar el carisma de los personajes, con uno que otro momento meloso entre Shrek y Fiona, pero nada que trascienda lo que alguna vez fue una película animada con tintes irónicos de lo producido por Disney. En pocas palabras están cobrándonos todo el amor que les tenemos a los personajes para soportar cualquier aventura que les ocurra sin nada de la propuesta de lo que fue.

En momentos, Shrek se comportaba como si fuera víctima de alguna tragedia griega. Los escenarios futuros eran desoladores, lo cual no había de donde sacar momentos felices de la desgracia que asolaba a la tierra de Muy Muy Lejano. La escasa comicidad era extraída de los modismos de los personajes que ya conocemos y no porque exista un adecuado guión que haga uso de situaciones cómicas o frases que provoquen carcajadas. Es como si quisieran exprimir lo último que quedaba del producto antes de mandarlo a la congeladora.

Los niños gustosos de ver al ogro verde les encantará, no se pondrán a pensar en los detalles antes mencionados ni menos fijarse que «Burro» dejó de ser chistoso y ahora se convirtió en una gallina espantada con cerebro ; que el Gato con Botas dejó de ser heroico para aumentar su masa a la de una figura geométrica; Fiona se ha vuelto en una guerrillera amazona y hasta la Galleta de Jengibre dejó su amable personalidad para convertirse en mercenario.

Pero les voy a contar que me gustó a pensar de lo negativo que esta resultando la crítica. Me gustó el enfoque de la relación amorosa de Shrek y Fiona, los momentos en los que estaban juntos y hasta los intentos del ogro por conquistarla, me hizo recordar porque son una pareja destinada a la felicidad. Lo mejor es que no se vieron forzados los momentos románticos.

Al final resulta ser una mezcla entre las añoranzas de lo que fue con escasos momentos cómicos y una que otra escena que vale la pena. Doy gracias que la saga de Shrek haya llegado a su fin, quien sabe que hubiera sido de un Shrek 5 con una versión más light de lo que alguna vez fue.

Crítica: El Origen

La satisfacción de ver está película dependerá de la capacidad que tenga el público para comprender lo que sucede en la pantalla, ya que la estructura narrativa es a base de niveles donde la acción se lleva a cabo en forma simultanea con desfases en la velocidad con la que transcurre el tiempo.

Si lograron entender el párrafo anterior, entonces tendrán una gran ventaja de aquellos que no tienen ni idea a lo que están a punto de ser expuestos. Estoy casi seguro que «Inception» no va ha ser comprendida por todos  por el esfuerzo que involucra para  comprender la trama. Algo raro en estos momentos donde la tendencia es el mayor número de explosiones por minuto y el 3D generador de migrañas.

Christopher Nolan tardó diez años para lograr llevar a cabo este filme que comprende la capacidad de las personas para introducirse al mundo de los sueños. No hay explicaciones tecnológicas tipo «Viaje a las Estrellas»  de como funciona tal hazaña, lo que existe es un guión construido como un laberinto donde el objetivo de Dom Cob (Leonardo DiCaprio) es más valioso que el dinero, pero los caminos para lograrlo son tan complejos como los sueños de donde el trata de obtener información. Hasta el momento sigo sin ver lo supuestamente fácil que es este método de espionaje, creo que  las aventuras que nos toco ver eran los casos extremos.

El Origen

Dom Cob reúne a un grupo especializado de individuos que consiste de varios rostros que hemos visto en la saga de Batman y otros nombres reconocidos de las cintas estadounidenses: Ariadne (Ellen Page), la pequeña arquitecta que se encarga de construir el diseño visual y a la que le explica Cob (y a nosotros también) la ciencia de la manipulación de los sueños; Arthur (Joseph Gordon-Levitt), quien viene siendo el asistente y el protagonista de la mejor escena de acción vista en años ; Eames (Tom Hardy), capaz de alterar su aspecto, perseguido perpetuamente en la tundra; y Yusuf (Dileep Rao), quien es especialista en químicos pero que se la pasa la mayor parte del tiempo manejando una camioneta.

En la primera hora de duración se establecen las reglas del juego con el uso de efectos visuales capaces de mantener la boca abierta, todo en función de la trama que lo demanda y no como simple relleno. Puede ser excesivo el tiempo que pasamos con Cob tratando de explicar a Ariadne los por menores del asunto, con todo y los secretos profundos que guarda él mismo en su mente, el reclutamiento del equipo y el procedimiento de la misión;  pero la recompensa se obtiene cuando el proyecto se lleva en marcha y ya no hay tiempo de explicaciones.

Nolan en su guión juega mucho con conceptos visuales del subconsciente, es una especie de escenificación del proceso del sueño en donde puedes ser participe en la creación de un mundo limitado por tu propia capacidad. Es sorprendente tener la capacidad de un dios.  El tiempo que debió de haber pasado en pulir esta obra merece reconocimiento. El tipo pensó en todo, hasta más de lo que debió.

El error al comenzar la película va ser el compararla con Matrix, lo cual conforme pasan los minutos se diluye tal pensamiento al descubrir que es una obra auténtica que se aparta de lo que antes hemos visto. Si bien sigue los fundamentos de una historia de amor, persecuciones, balaceras y explosiones,  existen elementos tanto en la trama como en las capacidades técnicas que  hacen «El Origen» algo diferente.

paisaje inception

Los efectos visuales sobrepasan los límites de lo fantasioso porque son reflejo de ideas construidas sobre la realidad. El último acto donde Cob y Ariadne caminan sobre una gran ciudad construida de la nada, es un placer admirar. No me puedo olvidar de de la dirección del también guionista  Nolan, que sigue el estilo de Dark Night con grandes tomas majestuosas filmadas en locación, siempre con suficiente luz para no perder detalles, en verdad que no existen trucos ni dinero que escatimar en esta producción, los 200 millones de dólares se ven reflejados en pantalla.

Durante la película no pude parar de reírme de gusto, escena tras escena me maravillaba por  la creatividad en las imágenes imposibles de concebir y un claro ejemplo es en la soberbia batalla de Arthur en cero gravedad que pasará a la historia como una de las mejores que he visto en mi vida, en una de las tantas secuencias que existen para satisfacer a los amantes de la acción.

En el ámbito de la actuación,  Di Caprio sobresale por su constante agonía a lado de la incesante y bella aparición de Marion Cotillard, de ella no podía dejar de ser seducido por su acento extranjero con sus diferentes tonos de voz para acentuar sus emociones.  Si Joseph Gordon-Levitt no tiene demasiado diálogo es porque es protagonista de una escena de acción inimaginable para nuestros ojos. La pequeña Ellen Page no permite que me olvide de «Juno» y su audacia ante los problemas que se le presentan, sin embargo su inocencia funciona como reflejo a lo que siente el público y si bien el rango de su actuación no sobresale es porque el guión así lo requiere.

Hace mucho tiempo que no me sentía tan satisfecho y con la necesidad de ver de nuevo una película por la lista de dudas que genera. Dense la oportunidad de ser guiados de la mano de Christopher Nolan porque este es una aventura que no olvidarán.