diciembre 2010

Crítica Tron: El Legado

Garrett Hedlund protagonista de Tron El Legado

La belleza de un pésimo libreto

Tenía diez años cuando por primera vez vi Tron. Era una mañana de domingo cuando por televisión observaba a un grupo de personas disfrazadas con extraños trajes y en medio de un aparato guiado por un cable suspendido en el aire. Inmediatamente le cambie de canal. ¿Qué podían esperar? En aquellos tiempos los celulares eran del tamaño de ladrillos, el internet masivo era inexistente, todo lo que tenía que ver con mundos virtuales e inteligencia artificial eran en verdad ciencia ficción que difícilmente podía uno comprender. Es por eso que Tron se volvió en un clásico de culto, era innovador en todos sus aspectos, conforme pasaba el tiempo la película se volvió relevante a tal grado que fue la inspiración de un buen número de películas.

Nadie se había arriesgado a realizar la secuela hasta ahora. No porque no quisieran, simplemente no existía el talento necesario para sobrepasar la versión original.  Es entonces que después de 28 años por fin vemos en pantalla  el sueño de un considerable número de fanáticos que encontraran una película algo mejor que el promedio y nada más.

Lo primero que podrán percibir es la excelente banda sonora de Daft Punk que nos guía a través de un montaje de remembranza de aquellos años ochenta, que fueron claves para la industria de los videojuegos. Así comienza la historia de Sam Flynn en su búsqueda por encontrar a su padre que se encuentra atrapado en la red.

Si es posible asistir a una sala IMAX o 3D , háganlo. Los efectos visuales son alimento para nuestros ojos. No había experimentado tal sensación desde Avatar. Lejos de innovar en la tecnología visual y llevarla a otro nivel, es el diseño del mundo virtual lo que cautiva a cada instante. Otros han fracasado en hacer que los efectos especiales tengan peso en sus movimientos, un ejemplo es el Hombre Araña que parece un muñeco de trapo cuando surca los aires. Sin errores los creadores logran hacernos creer que esta realidad existe y nunca dudas de la falsedad de lo que observas en pantalla.

Los actores también respondieron al reto y debo decir que nunca me hubiera imaginado aceptar el personaje que interpreta Olivia Wilde. Cuando la vi en el elenco pensaba que lo iba ha arruinar todo, no se me quitaba de la mente lo pésima que es en «House». Pero no fue así, con cierta chispa y alegría interpreta a Quorra con tanta humanidad que hasta da gusto conocerla. Puros halagos para Jeff Bridges (Kevin Flint y CLU 2.0), que hace dos personajes a la vez tan distintos que lo único que tienen en común es su apariencia. Es gracias a él que nos interesamos en tanta fantasía, aunque no funciona del todo. Y por último está Garrett Hedlund (Sam Flint), que sin ser un fastidio logra guiarnos en la nueva visualmente mejora red, es capaz de no llevar el sentimentalismo al extremo y hacernos creer que está peleando con algo más que pixeles.

Es el guión quien lo arruina todo.

La promesa de seres digitales llamados ISO, que revolucionarían nuestras forma de pensar. Son una escusa de al menos cinco minutos de explicación de muchos porqués para luego enfocarnos en un buen número de persecuciones por diferentes medios de transporte , que con excepción de las moscas voladoras, el resto son los mismos que vimos en la película original. Luego nos llevan a un bar para que nos ayude el famoso actor Michael Sheen en lo que parece reciclaje de Matrix 3  (por supuesto que versión familiar). ¿En dónde quedó la originalidad?  Si no fuera por la calidad de la producción, no existe nada que me indique que Tron valga la pena. En serio no les alcanzó 28 años para poder idear un libreto capaz de proponer nuevas ideas. Creo que «Digimon» hizo hasta un mejor trabajo en mostrarnos los peligros de un mundo virtual.

Será difícil que veamos una tercera parte. Los números en taquilla no le favorecen a Tron. Me fue muy difícil conseguir la primera película y eso es culpa de Disney que en vez de promover con un reestreno al menos en DVD, para conocer cual era todo el alboroto. Se dedicó a vender la idea de un Matrix moderno con luces de neón

Crítica: Biutiful

Javier Bardem protagonista en Biutiful

Entre susurros es como Alejandro González Iñárritu decide comenzar la historia de un hombre que esta a punto de enfrentarse a su inevitable muerte. La siguiente escena nos lleva a una conversación en medio de un bosque precioso, lleno de nieve y del cual es hasta el desenlace cuando conocemos su importancia en un guión tan necesitado de inventar un final feliz, aún cuando no lo existe.

Es con el irrefutable talento de Javier Bardem que somos capaces de soportar una obra que presenta el drama de un personaje difícil de simpatizar. A momentos llegue a pensar que se merecía tantas desgracias, si no fuera por sus dos pequeños hijos, la angustia que rodea a Uxbal esta presente en cada rincón que la dirección de Iñárritu no tiene miedo a mostrar. Sin seguir la estructura de una cinta hollywoodense donde existe esperanza al final, aquí sólo observe una avalancha de profundo dolor. ¿Quién querría ver una película así? Las convenciones de una industria tan hambrienta de ser éxitos en taquilla quedan al margen cuando Biutiful es una competencia entre dos grandes talentos que ignoran por completo la satisfacción de la audiencia.

A momentos la dirección de Iñárritu domina con peculiares escenas letárgicas que no toman en consideración el tiempo de duración y pareciera que no existió trabajo de edición. Luego nos regala momentos pasivos en donde los gestos de los personajes dicen más que el mismo guión, y bellas tomas que te hacen olvidar de una película que impone sus propias reglas para poder apreciar un talento único que no es fácil de digerir. Espero algún día poder observar una comedia o algo diferente que demuestre que tiene capacidad para explorar algo más que tragedia, al menos ya se le quitó el truco de las tres historias entrelazadas que parece que esta jugando con nosotros al clásico ¿haber dónde quedo la bolita?

Por otra parte tenemos a Bardem con la autoridad para conseguir cualquier papel que se encuentre disponible en la industria, mostrándonos que no a perdido su sentido de aventura al interpretar con sencillez a Uxbal. Con justicia a recibido tantos halagos que han culminado con la reciente entrega de un Oscar. A momentos su personaje cautiva por la profunda tristeza que refleja en su rostro, su forma de caminar, hablar; cualquier otro actor nos hubiera fastidiado por esa actitud, pero él nos mantiene interesados en conocer su destino.

¿Merece Biutiful tanto reconocimiento? Como una obra artistica por parte de Irrañitú, por supuesto. Hasta Bardem debe ser reconocido, pero no lo es para todos. Literalmente debes de buscar la complejidad de una película que impone sus propias reglas y no esta dispuesta a adaptarse a ninguna convención establecida. No es hasta la hora de duración cuando vemos un giro de la trama que nos hace recobrar las esperanzas de que es algo más que un homenaje a la ¨cultura emo¨.

Con tanta publicidad que ha recibido por su nominación a los Globos de Oro y como representante oficial de México para la nominación de mejor película extranjera en los Oscars, pareciera que tendremos asegurada la primera estatuilla dorada para nuestro país. Está hecha a la medida para ser homenajeada por la prensa especializada, pero sería como una de tantas que al rentarla el público sólo por haber visto el sello de la Academia de Cine, se quedarán perplejos, dudando que tiene de grandiosa la obra.

Se empecina en mostrarnos la tristeza en todos sus espectros. Es una obra egoísta que no pretende bajarse al nivel de cualquier producción para hacerla accesible a la audiencia. Es la visión de un director talentoso, que junto a uno de los mejores actores del mundo, le hace el favor de levantar un guión que sólo cautiva a momentos y dejando en dudas si existió equipo de edición.

Segundo Aniversario

Imagen del sitio pinchepelicula en 2011

Hace dos años comenzó la aventura de este blog. Desde entonces he visto con orgullo como ha evolucionado desde la seguridad de  Blogger  a uno independiente, con los riesgos que con ello implica.

El primer año fue todo un reto hacer la migración de la base de datos a tal grado que por varios días no estuvo activo el blog. Pero fue a mediados del actual cuando un molesto spyware aturdía a los visitantes cada vez que entraban a una página. Al intentar solucionarlo mi inexperiencia ocasionó que se haya alterado la base de datos y con ello la facilidad de recuperar casi 350 artículos y críticas. Sin dinero para pagar el hospedaje, pinchepelicula.com salió de ciberespacio durante dos meses y medio.

Ya daba por muerto el sitio hasta que los estudios Universal me invitaron a la premier de «El Origen». Sin dudarlo reinicie el proyecto y manualmente comencé a subir las críticas gracias a un backup que por fortuna tenía guardado. El proceso duró meses y la cantidad de visitas disminuyeron considerablemente a una tercera parte de lo que fue. Hasta hoy , la falta de actualizaciones no me ha permitido recuperar el nivel antes del hackeo, porque por si no fuera suficiente alguien logró entrar al sitio y postear algo nada agradable.

Sin computadora personal que me auxilie, sigo dependiendo de cyber sitios, el uso de la desktop de mis primos, la biblioteca Vasconcelos y hasta la compu del trabajo; para seguir escribiendo los por menores de los estrenos y no tan recientes películas.

Agradezco mucho a todos los visitantes, que con sus comentarios han dado vida a este blog. Algunos muy atinados que contribuyen al debate y otros no tan agradables que a pesar de ser escritos con «palabras graciosas» no serán objeto de censura, de lo contrario la opción de comentarios no tendría sentido. Yo también para que le puse PINCHE PELÍCULA.

Muchas gracias a los fans de Twitter y ahora de Facebook. Es muy gratificante ver esos números en aumento. A los sitios web que me hacen el favor de enlazarme y en especial aquellos que sin pedir nada a cambio mencionan alguna crítica.

De nuevo muchas, muchas gracias.

Crítica: Megamente

Existe un pequeño gran detalle que impide a la cinta trascender más allá de ser otro adecuado estreno de Dreamworks. No es tan cómica como pretende ser. Por más que los personajes se esfuerzan por hacernos reír (en especial Megamente) el objetivo no se logra al cien porciento,  casi es necesaria la introducción de las carcajadas grabadas que abundan en las series cómicas norteamericanas.

La película funciona mucho mejor cuando se enfoca en el drama que aqueja el personaje. Hasta cierto punto con «Mi Villano Favorito» y ahora con esta propuesta, estamos siendo testigos de historias dispuestas a explorar terreno que la cinta de «Los Increíbles»  los ha dejado pendiente con la tan esperada secuela. Con efectividad se nos muestra el supuesto de la victoria del mal sobre el bien, pero tengo una duda, tanto Gru como Megamente ¿en realidad eran villanos? Claro que son cintas animadas que son incapaces de mostrar la crueldad tal y como es, pero ambos villanos no son lo suficiente villanos para convencernos de su cambio en actitud de 360 grados.

Aún así, es muy interesante como el guión no permite el aburrimiento al llevar un adecuado ritmo que ni permite pensar en los chistes que no resultan ser tan graciosos. Es a la mitad de la película con el arribo de Titán y el cambio de actitud de la reportera que deje de mirar el transcurso del tiempo. Estaba intrigado en lo que iba a suceder. Al final hasta me sorprendió con algo que dábamos por hecho.

Lo que si debo de hacer notar es que el diseño de los personajes no me agradaron del todo. Si , permiten ser diferente del resto de las películas, pero me distraía demasiado el rostro de la reportera con sus ojotes, pequeñísima nariz y corte de pelo de los años veinte. Hasta las expresiones de Megamente y los cuerpos desproporcionados de los superhéroes llamaban más la atención de lo que deberían.

Como en la mayoría de las cintas animadas, existe las esperadas batallas épicas con una alta cantidad de movimientos de cámara. Acertadamente no existen para rellenar la duración del filme si no en función de la historia y también son entretenidas por contener movimientos ingeniosos con objetos nada convencionales y una que otra sorpresa.

Crítica: Scott Pilgrim contra El Mundo

Es un homenaje viviente para todos los apasionados de los videojuegos. Sin cohibiciones plasma en pantalla los icónicos detalles, desde: sonidos, imágenes, formatos y poses; que sólo te queda sonreír de lo absurdo que se ve. Hasta resulta todo un gusto oír al principio las notas musicales de los estudios Universal en formato electrónico.

Definitivamente no es para todos. Se necesita tener gusto por el género y hasta cierto conocimiento, de lo contrario te puedes quedar con un sin sabor por la simpleza y constante repetición en el guión. Aún cuando no todo depende de ello porque existen personajes de caricatura dignos del comic que dió origen a la película, para entretenernos con el drama adolescente.

Las leyes naturales de la física del mundo real no son impedimento para la imaginación de un equipo creativo enfocado en divertirnos. El director Edgar Wright logra captura toda la maniaca energía de un comic con estilo y mucho detalle visual que hacen que nuestros ojos se mantenga atentos durante el transcurso de la película.

Sin mucho esfuerzo el actor Michael Cera se ha vuelto indispensable al igual que Jesse Eisenberg (La Red Social) al momento de interpretar nerds incomprendidos por la sociedad. Con tanta naturalidad logra involucrarnos en la vida de Scott Pilgrim con un personaje que sólo busca mantener su noviazgo con su multicolor novia Ramona Flowers (Mary Elizabeth Winstead) y que para lograrlo debe de superar en una lucha sin piedad a sus siete ex-novios. El inconveniente es que las siete supuestas pruebas mortales que Pilgrim tiene que superar varían en la cantidad de emoción y ya cuando llegas al cuarto, quinto-sexto villano empiezas a ver el reloj dudando cuando va a llegar el desenlace.

El humor es sencillo, sin ser cruel o vulgar, pero muy apto para adolescentes por la cantidad de situaciones que se presentan, quizás haya sido el porque no fue tan popular como muchos hubiéremos querido. Muchos inclusive pueden catalogarla como una película tonta por los personajes con actitudes exageradas y como ejemplo puedo incluir a Knives Chau (Ellen Wong) de quien esta casi al borde de lo soportable, pero creo que ese era el chiste.

En lo personal me divertí demasiado con tal absurdas situaciones y considero que pudo haber sido todo un desastre llevar a la pantalla un comic de culto que para muchos es desconocido y fácilmente pudo haber sido tratado sin el cuidado y dedicación que esta producción demostró.

Veredicto: Las escenas repetitivas no demeritan la energía y alegría que esta producción trasmite. Es una lástima que no se haya traducido en un mayor éxito en taquilla.

Crítica: Narnia- La travesía del viajero del alba

Con la falta de fe por parte de Disney y como una oportunidad para la productora Fox, es como tenemos de nuevo el mundo de Narnia en la pantalla grande. Es por eso que el equipo creativo hizo todo lo posible para lograr un producto que supere las expectativas, el resultado a sido una adecuada cinta familiar de muy buena calidad que ha sido truncada por una trama tan común hasta para las caricaturas sabatinas. Y no es culpa de los creadores, tengo que considerar que esta basado en un libro escrito hace más de medio siglo en donde para entonces un villano capaz de hacerte confrontar tus miedos pudo haber sido interesante, ahora  hasta parece que  pudo haber sido un estreno en DVD.

Aún con todo lo anterior, las actuaciones de los chicos Pevensie (ahora ya algo creciditos) no pueden pasar desapercibidas. Las características establecidas desde la primera cinta, son consistentes con los personajes. La pequeña Lucy (Georgie Henley) logra hacernos que nos importe la aventura y hasta su fastidioso primo (Will Poulter) resulta trascender más allá de ser una excusa para hacernos reír. Son ellos que al momento del clímax los que proporcionan la emotividad que nunca me imagine encontrar. Los que a mi parecer salen perdiendo son el Príncipe Caspian (Ben Barnes) y Edmund (Skandar Keynes) con sus luchas de poder que no  llevan a ningún lado.

La dirección de Michael Apted logra recrear el mundo de Narnia con naturalidad. Sin buscar ser llamativo pero lo suficientemente distintivo  es como se nos presentan todas las anomalías de este mundo comparado con el nuestro. Los efectos especiales se vuelven indispensables al momento de las escenas de acción, con la calidad suficiente para no ser un distractor y si como un motivo de emoción.

Es en ritmo de la trama donde al principio uno se llega a preguntar cuando va ha pasar algo que valga la pena. No se si fue para cumplir el requerimiento en los minutos de duración, pero no se llega a transmitir cierto grado de urgencia por  erradicar el gran mal del momento que azota a este mundo alterno,  además que el vapor de Kool Aid sabor limón no provoca demasiado miedo.  Otro detalle es precisamente el villano tampoco contribuye a provocar ningún sentido de peligro que de verdad amenace a nuestros héroes.

No se si vuelvan a producir otra cinta de Narnia, pero por el final tan emotivo, todo indica que así será. Y no podía terminar mejor que con una despedida del gran gato peludo.