Gnomeo, ¿Dónde estas que no te veo?…
A estas alturas, es decir a mas de cien años de los inicios del cine, es del dominio público que el cine es una industria enorme, que se mueve gracias a cantidades increíbles de dinero y que la gran mayoría de veces lo que se persigue al producir es el obtener beneficios económicos, siendo este el objeto principal de las grandes productoras o de todo aquel que tenga como objeto el subsistir de lo obtenido con las ganancias por la producción, es evidente que el interés económico sobrepasa el fin estético y que en la lucha por la recaudación se sacrifican la gran mayoría de las veces los estándares mínimos de calidad que son requeridos.
Somos perfectamente conscientes de las maniobras de los productores y distribuidores para buscar el éxito, como el realizar re-takes, contratar a otro editor para intentar salvar los bodrios que suelen costarles la nada despreciable cantidad de 150 millones de dólares o la cada vez mas patética estrategia de generar interés de forma viral, por descontado sabemos que estos planes suelen fallar debido a que consideran al espectador como un ser inerte que compra y ve lo que le pongan…nada más alejado de la realidad.
En México como buenos seres con identidad imitada, nos vemos obligados a soportar las mismas risibles estrategias por parte de los responsables de la exhibición y distribución, me refiero al como intentan vender las películas, apelando a situaciones que poco o nada tienen que ver con el producto en su forma estética u argumentativa… los ejemplos sobran pero me remitiré a algunos de los mas usados, como el promover una nueva producción donde determinada pseudoactriz se desnuda por primera vez para la pantalla grande, u el doblaje de cierta película animada realizada por un “actor” de supuesto renombre, pues bien con este antecedente Gnomeo y Julieta se encuentra incluso aun por debajo de la media , al intentar venderse recurriendo a la música usada en ella, en este caso de Elton John y Lady Gaga… una propuesta bastante desacertada considerando el público a quien esta dirigido esta cinta.
Desafortunadamente para esta película el mercado de animación tiene un claro exponente y líder en el genero, a quien la competencia poco ha podido mermar, a excepción de realizaciones como las propuestas insignias de estudio Ghibli, aun así las producciones animadas ajenas al grupo dominante siguen buscando abrirse paso, algunas con cierta fortuna u otras como Gnomeo y Julieta de forma más que lastimera.
Kelly Asbury fue quien se encargó de la dirección de esta adaptación de una de las obras más importantes no sólo de Shakespeare si no de la literatura universal, en primera instancia el nombre del realizador podría no remitir a nada, pero estamos hablando del responsable de películas como “Spirit el corcel indomable” y “Shrek 2” que quizás no son precisamente excelentes películas, pero si muy por encima de lo logrado con la que motiva este análisis.
De entrada nos encontramos con una adaptación que se toma gran cantidad de licencias con el fin de hacer apta la historia para el publico infantil, tenemos entonces que los Montesco y los Capuleto han reducido su enemistad al nivel de ver quien es el que tiene el mejor jardín y es aquí donde empezamos con los problemas pues para simplificar más la situación la rivalidad se ve reducida al color que porta cada “ Clan”, nos topamos entonces con una serie de personajes que no son precisamente atrayentes, mucho menos carismáticos y que extrañamente obedecen de forma estereotipada a los arquetipos en los cuales tienen su origen.
La trama se simplificó de la mayor forma posible, lo cual da como resultado una historia desangelada con personajes que no logran atraer del todo al público y que desafortunadamente no propone nada nuevo, se limita a contar una historia ya conocida y versionada, pero en esta ocasión se hace sin gracia y se recurre a elementos dudosos para aumentar la popularidad del filme, como el uso innecesario del 3d o la música de los ya citados exponentes. No cabe duda entonces que con Gnomeo y Julieta Kelly Asbury nos estrega por mucho su peor película.