agosto 2012

Judge Dredd. Del Cómic al Cine

Es sorprende que después de 17 años, todavía existan secuelas de aquella abominable versión con Sylvester Stallone y el innombrable Rob Schneider.

La pésima interpretación que se hizo del legado establecido en el cómic, combinado con las exageradas actuaciones del villano interpretado por Armand Assante, hicieron que el género del cual ahora disfrutamos tanto, sea retrasado algunos años hasta triunfar con el estreno del Hombre Araña.

No se que fue peor, si el intento de hacer comedia o de plano el querer pretender narrar moralejas sobre el sistema judicial. Sinceramente, lo que haya sido, le quedo grande el reto al director Danny Cannon, quien ahora ya no sale de dirigir series de televisión como C.S.I. y Nikita.

Es por eso que existe demasiado escepticismo al respecto con el resurgimiento de una nueva versión del señor justicia. No tanto porque no cuente con los recursos necesarios para ser relevante, créanlo que en buenas manos esto puede ofrecer la perspectiva adulta que ha faltado últimamente al segmento de películas de historietas.

Una de los detalles que lamento es que el material no sea dirigido por el famoso director Paul Verhoeven, quien sinceramente se le esta extrañando. A cambio tenemos un equipo humilde bajo la tutela del director Pete Travis, quien tiene algunos premios a su trabajo en televisión, siendo esta su segunda incursión al cine después de decepcionante película ‘Vantage Point ‘. No se que pensar, después de saber que Duncan Jones (Moon) rechazo el trabajo a lo que el cataloga su falta de capacidad para interpretar la visión del libreto de Alex Garland.

Hablando de guiones, resulta ser de lo más interesante que sea del autor de ’28 días después’ y la película de ciencia ficción ‘Sunshine’ quien se encargue de resurgir un personaje que no es necesariamente dedicado al público familiar. Las dudas sobre la viabilidad económica emergen cuando el filme obtiene una clasificación para mayores de 18 años, calmando los ánimos de un diluido Juez, pero limitando tan necesitados ingresos para posibles secuelas.

La moneda esta en el aire y veremos si será una sorpresa digna de elogios o de plano mandarla al desierto apocalíptico de donde vino y con todo y tercera dimensión.

A continuación les ofrezco un vídeo que relatan los orígenes del personaje, su distintivo estilo, historia y algunas llamativas escenas de la película.

El filme se estrena en México el 28 de septiembre.

 

Crítica La Era del Rock

Protagonista de La Era del Rock

No acepten imitaciones

Con las facilidades que existen en nuestros tiempos para poder escuchar éxitos musicales del pasado, uno puede pensar lo inútil que resultan este tipo de películas donde aparecen actores haciendo karaoke. Sin embargo, con el talento del elenco y una buena trama, todavía se puede disfrutar un género que inevitablemente se encuentra en vías de extinción.

La película cumple con lo primero, que es ofrecer un elenco de reconocidos actores y hasta el siempre polémico Cruise que funcionan más como cebo para atraer público al cine. Es por eso que resulta lamentable que todo el potencial actoral se desperdicie en un libreto que grita de desesperación por algo de relevancia. Y eso de buen elenco se limita a los actores secundarios, no tanto a los protagonistas que bien pudieron salir de algún ‘reality show’ de baile y canto.

Tom Cruise interpreta Jaxx

El bosquejo de trama se puede resumir a un romance en dos jóvenes con aspiraciones de estrellas musicales. El destino les permite conocerse y emplearse en el legendario «The Bourbon Room,» donde grandes del rock iniciaron su meteóricas carreras, uno de ellos es Jaxx (Tom Cruise), por quien las mujeres se desvanecen en su presencia. Producto de circunstancias absurdas, Sherrie Christian (Julianne Hough) y Drew Boley (Diego Boneta) siguen sus nada agradables destinos con tal de lograr sus sueños, hasta llegar al predecible desenlace.

No hay ningún problema con reciclar el mismo cuento de siempre, es sólo que no existe ni la mínima importancia por la pareja y mucho menos cuando se la pasan cantando sus desgracias en medleys musicales que al menos que no sean interpretados por sus autores originales, no tienen el sentimiento necesario para trascender a simple sonido. Un segmento tras otro, se sienten lentamente el pasar de los minutos lentamente y lo peor es que se nota el esfuerzo en vano de los actores por que la cinta funcione.

Alec Baldwin y Russell Brand

Cuando tienes a Catherine Zeta-Jones, Bryan Cranston, Alec Baldwin y Paul Giamatti; vagando en sus respectivas subtramas como muertos vivientes, esperando acaparar la atención un poco menos de cinco minutos para la siguientes pieza musical, entonces tienes un serio problema. El único que irónicamente sale librado de todo este embrollo es Tom Cruise, quien ofrece una «interpretación» de un rockero solitario y muy necesitado de «amor». Podrá a instantes parecer exagerada su versión, pero no deja de ser interesante cuando se encuentra en pantalla. En cierta forma hasta el director Adam Shankman lo sabe y por eso le favorece con una buena cantidad de minutos para hacer su magia.

Otro detalle, es que varias historias de los personajes se sienten obligatorias para rellenar la película.  Mejor ejemplo lo tenemos con Patricia Whitmore (Catherine Zeta-Jones), en un personaje que permite a la actriz desplegar todo su talento en brincar, bailar y sonreír a la cámara, para terminar en un montaje tan trillado como inútil. Lejos de ser una caricatura puritana, representa una oportunidad perdida.

Sherrie y Drew

Sin ser maestro de canto, existen ciertos límites de los cuales uno puede tolerar y estos se cruzan cuando escuchamos la nada melódica voz de Cruise o hasta de Alec Baldwin, quienes no debieron de haberlo tan siquiera intentado. No se si fue para probar aguas o de plano como todo actor que piensa que cantar es su siguiente paso evolutivo, lo cierto es que resulta ser un insulto para el talento de las los cantantes y autores de los éxitos musicales que se atreven a interpretar.

Si de plano el escuchar música no es su fuerte, entonces no esperen demasiado del departamento de comedia. Con mucho esfuerzo se intenta sorprender a la audiencia con algunas escenas y actos provocadores que hacen más evidente la desesperación por llamar la atención. Todo esta impregnado de una ambientación tan artificial, cada detalle meticulosamente planeado en una fórmula tan desgastada, que poco o nada puede sorprender.

Tanta escenografía, escenarios y sobre todo el papeleo para poder obtener los derechos de tan recordados éxitos musicales, sólo sirven para recordarnos que no existe nada mejor que lo original.  El colmo, es que ni como remembranza u homenaje se puede justificar el desperdicio.

Las Mejores Secuencias del Cine: Parte 4

Y seguimos con el conteo. En esta ocasión he decidido compartir con ustedes cinco secuencias significativas en cuanto al desenlace de la película seleccionada. A excepción de una, que mas bien es el clímax final, las demás son el final, por ello si no has visto la película te recomendaría que no siguieras leyendo. Bueno, manos a la obra.

Cinema Paradiso. Giuseppe Tornatore, 1988

Cinema Paraiso

Besos

Para quien no lo sabe, considero a Cinema Paradiso una de las mejores películas que el cine nos ha dado. Si el genero romántico alguna vez tuvo una consolidación, por favor olvidemos a Titanic, es en esta hermosa historia que no solo abarca amor y amistad, sino también un paladar y un homenaje ejemplar hacia el séptimo arte.

El titulo de la película hace referencia, valga la redundancia, al cine local de un pequeño poblado en Italia, donde se proyectan cintas clásicas de Hollywood y en donde, solo por unos instantes, la gente olvida todos sus problemas y trata de sumergirse en la magia y la aventura que proyecta el cine. La historia sigue a Totó, interpretado por tres actores en cada una de sus etapas: niñez, adolescencia y vida adulto. Durante toda la película iremos conociendo junto con Totó el valor de la amistad y el amor hacia el séptimo arte, amén de una trágica historia de amor que da cátedra sobre lo que emotividad y realidad significan.

La escena final es por mucho la más hermosa que he visto en el cine, una oda a la belleza, a la emoción, al arte, al amor, a todo. Totó recibe un regalo de su amigo Alfredo, interpretado por un inolvidable Philippe Noiret, poco después de la muerte de este, el cual es un rollo de cine que contiene las escenas románticas de todas las películas que se proyectaron en el Cinema Paradiso cuando Totó era un niño, pero que debido a las restricciones religiosas de aquel entonces, dichas secuencias eran censuradas. A esto le añadimos la música de Ennio Morricone y obtenemos uno de los desenlaces más conmovedores de la historia del cine. Inolvidable.

 

Senderos de Gloria. Stanley Kubrick, 1957

Senderos de Gloria

«Der treue Husar»

Personalmente considero a esta cinta como la mejor de la filmografía de Kubrick, cineasta venerado más incluso después de su muerte. Y es que el legado que nos dejo es para analizarse una y otra vez, en especial esta formidable historia anti-bélica que está basada en la novela homónima de Humphrey Cobb, que a su vez esta inspirada en hechos reales acontecidos durante la primera guerra mundial en el ejercito francés.

La historia que relata, trágicamente, es el castigo ejemplar que el propio ejercito francés le hace a tres de sus soldados, esto al fallar en la conquista de un punto estratégico alemán durante un ataque que se pensaba resultaría en un triunfo. Para escarmentar y reprimir esta dolorosa derrota, el general responsable del ataque decide seleccionar a tres soldados al azar y fusilarlos por cobardía, para que el resto del pelotón escarmentara. Basta decir que en la vida real los soldados no murieron, pues semejante locura no procedió, pero Kubrick decidió cambiar eso, y opto por matar a los pobres soldados, dándole un toque trágico y realista al significado de la guerra.

La escena que les comparto es la final, la más hermosa en toda la filmografía de Kubrick, y que nos presenta como en una caverna, o bar, los soldados esperan ansiosos el «botín de guerra», una joven alemana que es obligada a cantar para placer de los presentes que le hacen burla. Ante la mirada del coronel Dax, un soberbio Kirk Douglas, vemos como lo que era deshumanización se convierte en una memorable secuencia que deja salir a flote el espíritu y compasión humana. La guerra es mala y destruye todo a su paso, lo único que impide que triunfe es la inocencia, tal como aquí se ve. La joven, la cual a la postre se convertiría en la esposa de Kubrick, entona la canción titulada «Der treue Husar», la cual narra una historia de romance.

 

El Graduado. Mike Nichols, 1967

El Graduado

La boda de Elaine

Si la película de Nichols es considera un clásico de Hollywood es en gran parte por su banda sonora, la cual dio a conocer al célebre dúo Simon and Garfunkel, con temas tan memorables como «The sound of silence» y «Mrs. Robinson». La actuación de un joven Dustin Hoffman, también es recordada por el público femenil, pues luce como todo un sex simbol.

El público masculino tampoco puede quejarse, más teniendo a la veterana, pero sensual, Anne Bancroft, interpretando la famosa Mrs. Robinson, y a la hija de esta misma, interpretada por la hermosa Katharine Ross, interés romántico de Benjamín (Hoffman). Basta decir que Benjamín debe pagar por sus erróneas acciones al tener una aventura romántica con la madre de su prometida, llevando esto a una serie de terribles acontecimientos que desembocarán en un desenlace más que perfecto.

La secuencia en si podría notarse algo exagerada y sobreactuada, mucho, pero va acorde con lo que ambos personajes, Elaine (Ross) y Benjamín, están sintiendo. Este último irrumpe en la boda de Elaine para convencerla de que aún la ama, lo cual significara una revolución entre los invitados ahí presentes que intentarán evitar que se «roben» a la novia. ¿Les cuento el final? No, mejor veanlo.

 

La Sociedad de los Poetas Muertos. Peter Weir, 1989

La Sociedad de los Poetas Muertos

«Oh, Capitán, mi Capitán»

Esta entrañable y conmovedora película, múltiplemente homenajeada, debe ser consideraba, y de forma correcta, como la historia definitiva sobre como retratar a los profesores académicos en el cine. La prestigiosa academia de Welton, la cual se rige bajo los valores de Tradición, Honor, Disciplina y Excelencia; es sacudida cuando un nuevo profesor llega para impartir la clases de Ingles, que podría entenderse como Literatura y lo que la misma comprende, como Poesía.

El responsable de dar vida al tan carismático profesor sería ni mas ni menos que Robin Williams, el cual dejaría más que una huella imborrable en la memoria y en la vida de cuatros estudiantes, principalmente, de su clase, incitándolos a ser libres, hacer de la vida su momento perfecto. Vamos, un verdadero profesor de vida, de esos que te marcan para siempre, desafortunadamente en Welton, cuando la libertad es potencia, debe ser aplastada y destruida. Situación habitual en estos días, donde los alumnos son convertidos en maquinas diseñadas para seguir ordenes, no para desobedecerlas.

La escena final es más que mítica y emotiva, quizás la única, en toda la película, donde se puede tener un poco de esperanza hacia el futuro. Debido a un trágico accidente de unos de los estudiantes de la academia, esta misma decide despedir al profesor Keating (Williams), esto mediante una serie de firmas de los estudiantes, todos ellos obligados, donde lo hacían responsable de sus métodos incorrectos de enseñanza. Mientras Keating se retira derrotado, sus alumnos, sus queridos alumnos, le hacen recordar que nada fue en vano con la celebre frase : «Oh, Capitán, mi Capitán». Una razón más para creer en el mundo.

 

El Gran Pez. Tim Burton, 2003

Pelicula Big Fish

«La historia de mi vida»

Considero a Burton un gran director con un sello personal más que interesante e inteligente, que como todos, no está excepto de cometer errores al momento de filmar. Desafortunadamente parece que en los últimos años ha perdido la brújula del buen cine, dedicándose a copiarse a si mismo y sus obras mas importantes en más de una ocasión. Creo, sin temor a equivocarme, que El Gran Pez fue su última película importante, al menos una que valiese la pena.

La historia que Burton llevo a la gran pantalla fue la narrada en la novela de Daniel Wallace del mismo nombre. La cual nos presenta la extraordinaria vida de Edward Bloom, encarnado por Ewan McGregor en su versión joven, y por Albert Finney en la adulta, un individuo que tuvo una vida de todo menos normal y común. Todos los que le rodean parecen quererlo y admirarlo por sus incontables anécdotas, todas y cada una de ellas más imposibles y fantasiosas que las demás. Sin embargo, su hijo, interpretado por Billy Crudup, esta harto de todas las historias de su padre, las cuales considera mera ficción y fantasía infantil.

Con el paso de la película y de la historia misma, Bill (Crudup), se dará cuenta que algunas veces es mejor la fantasía a la realidad, y que si bien las historias de su padre no eran del todo falsas, el que él mismo las exagerara no repercutía en nada en los hechos siguientes, al contrario, le daban alegría al relato y emoción. La escena que les comparto, si bien no es al final, aunque no hubiese habido problema en que Burton la terminase aquí, nos presenta a un Edward Bloom en la etapa final de su viaje, a punto de morir, y a su hijo, Bill, a su lado. La muerte se aproxima pero no se sabe como ocurrirá, por lo que Bill crea una historia acordé a toda la vida que su padre le contó. A final de cuentas es preferible una historia de cuentos de hadas, a una gris y triste como es la vida real. Pueden parar el video en el minuto 7:40.

Los indestrucibles 2, nóstalgico cine de acción

Para hablar del cine de acción verdadero y original, no ese que vemos hoy en día, hay que remitirse a la década de los años 80´s y 90´s, cuando héroes de acción rompían huesos y despedazaban a los tipos malos, todo con el propósito de hacer el bien. Actores como Sylvester Stallone (Rambo), Bruce Willis (Duro de matar), Arnold Schwarzenegger (Conan, Terminator), Jean-Claude Van Damme (Contacto sangriento) y Chuck Norris (Texas Ranger) eran los ídolos de masas a quienes no les importaba pagar un boleto de cine, o hacer espacio en la programación televisiva, para ver a sus personajes queridos salvar al mundo. Era la ilusión del cine, del entrañable. Pero como suele suceder en la vida, las cosas cambian, los tiempos también, y los héroes que una vez admiramos se van perdiendo en el olvido. Es la realidad.

Para nuestra fortuna, aunque poco le han agradecido, Stallone decidió reunir a las viejas glorias de antaño en una nueva aventura y de paso agregar a las estrellas de acción de las nuevas generaciones, como Jason Statham (El transportador) y Jet Li (El único, El beso del dragón), y otros más. La tan ansiada reunión de superhombres dio como resultado el nacimiento de Los indestructibles, estrenada en el 2010, pero que según la crítica quedó mucho a deber. Sin embargo para los fanáticos y el resto de nosotros que creció viendo esas películas tan entrañables, agradecimos el gesto de Stallone, que más que hacerlo por compromiso, lo hacía como un homenaje al genero que lo lanzó a la fama. Era de esperarse que una secuela se concretase, y este año ha llegado a nuestras salas de cine. Pero con muchos mas ingredientes que la cinta anterior.

Si bien tanto Willis como Schwarzenegger habían tenido una breve aparición en la entrega pasada, en esta tendrían roles más significativos. A esto el agregamos a un nuevo villano interpretado por Van Damme, y la resurrección, nunca mejor dicho, de Chuck Norris al cine comercial. Junta estos ingredientes y obtienes un bombazo en taquilla. Amén de que llevarás a la gente corriendo a ver una película de acción con todos los ingredientes propios del genero. Si las chicas tienen en promedio 30 comedias románticas al año, los chicos poco o nada pueden presumir de cine de acción, es por ello que con esta posibilidad todos irán a una sala de cine. Y no se arrepentirán, lo digo como un fanático del cine ochentero y de principio de los 90´s.

La historia de la película nos presenta un temido grupo de mercenarios, encabezados por Van Damme, que planean extraer todo el plutonio posible para poder comercializar armamento nuclear. El equipo de Stallone, bajo las órdenes de Willis, deberá frenar esta locura, más aún cuando las cosas se vuelven fuera de control y una trágica muerte repercutirá en el resto del equipo. El director Simon West, el mismo que filmase la divertidísima Riesgo en el Aire, sabe muy bien que esta película se trata de todo menos de historia ni subtramas innecesarias, sino de tipos legendarios destruyendo todo lo que encuentren a su paso. Explosiones, sangre, balas, peleas, chistes, todo eso y mucho más podrán encontrar aquí. Es cierto que la película tiene muchos  errores, demasiados, pero poco importan ante el despliegue visual que vemos, que dicho sea de paso, esta exagerado a propósito.

La película cuenta con tres claros actos, como es la costumbre del cine americano, el inicio, desarrollo y la conclusión. Lo más flojo de aquí es el primer acto, pues se siente muy apresurado y sin emoción alguna, además de que tiene lagunas gigantes en cuanto al guión. Pero la cosa logra cambiar, para bien, con los siguientes dos actos, uno mejor que el otro. Hay lugar para la camarería, y las risas fáciles y burlonas entre los personajes, que en verdad te sacarán una sonrisa. Se nota unidad y equilibrio entre todos los actores, y todos y cada uno de ellos esta aprovechado. Pero si tengo que ensalzar a uno en especial es sin duda alguna a Chuck Norris, el cual es el dueño absoluto de la función. Y por si fuese poco, el tercer acto, el mejor, el más inspirado, termina por convertirse en un orgasmo culposo para los amantes del género. Vamos que ver en escena al mismo tiempo a Stallone, Willis, Schwarzenegger, Norris y Van Damme es una cosa increíble. Todo lo que la cinta pudo dejar a deber se compensa con el grandioso final que culmina en el esperado encuentro de dos leyendas: Stallone y Van Damme. Nada más se puede pedir.

En definitiva creo con certeza que Los indestructibles 2 es una película que triunfa más por la nostalgia que por la historia en si. Tiene múltiples defectos, si, pero a final de cuentas cumple con lo que se esperaba de ella: pasar un rato más que agradable en el cine, al lado de amigos, tu novia o tu familia. Si te gusta el cine de acción nada podrás recriminar aquí, pues cumple con los gustos de millones de fans del tan querido genero. Es cine que se agradece hoy en día, cine que no busca nada más que entretener de una manera sencilla y correcta. Para el que busque cosas más profundas, es mejor que se abstenga. Recomendable para pasar un divertido rato.

Steven Spielberg: ‘Tiburón’, magistral e insuperable obra maestra

Por increíble que parezca, Spielberg ya estaba contratado para dirigir Jaws, es su titulo original, y que significa Mandíbulas, mucho antes de que su opera prima viese la luz en cines, me refiero a The Sugarland Express. Pese a que los productores de Universal Studios conocían a Spielberg, al trabajar junto a él en varias series televisivas, y en la sorprendente Reto a Muerte, nunca fue en realidad la primera opción para adaptar la famosa novela de Peter Benchley. Antes de él hubo nombres como John Sturges y Dick Richards, pero debido a diferencias creativas, fueron descartados, dejando todo en manos de un desconocido total, o al menos no con tanto renombre como otros directores de aquellos años. Si Spielberg quería dar el gran salto al éxito y consolidarse como un director de renombre, está era su oportunidad.

Pese a que The Sugarland Express no obtuvo la respuesta que se esperaba tanto de público como de crítica, la Universal le dio luz verde a Spielberg para llevara a cabo un proyecto que parecía no solo complicado, sino imposible, situación que se volvió casi un hecho al suscitarse cientos de dificultades durante la filmación. La primera de ellas fue el guión, puesto que en un principio se sugirió al propio escritor de la novela, Benchley, para que lo escribiese, pero Spielberg no estaba muy convencido, principalmente porque quería eliminar ciertas subtramas y añadir otras, cosa que no hizo mucha gracia al propio Benchley, razón por la cual se contrato Carl Gottlieb para que hiciese un nuevo guión, mismo que era escrito horas antes de rodar cada escena. A esto le sumamos que la filmación comenzó sin actores definidos, solo Roy Scheider como el jefe de policía Martin Brody esta confirmado, y con el tiburón mecánico apenas en construcción.

Tiburon Pelicula Ataque

Es también sabido que la filmación se extendió mas de lo planeado y que el presupuesto previsto se duplico, algo que no agrado tampoco a los productores. Por si esto fuera poco, el tiburón mecánico no funcionaba, al menos no como quería Spielberg, llegando a plantearse la idea, el propio realizador, de abandonar la película. Pero como todas las cosas en la vida, las dificultades te ayudan a salir adelante, y en algunos casos, como aquí, son hasta beneficiarias. Debido a que el tiburón no funciono como se esperaba, a Spielberg se le ocurrió la brillante idea de no mostrar a la criatura, salvo su mirada subjetiva, de la cual se ocuparía John Williams con su tan mundialmente conocida música. Cada vez que el temido escualo andaba cerca o estaba a punto de atacar, la melodía de Williams se escuchaba, advirtiendo al espectador de lo que se venía a continuación. No se ustedes, pero para mí, eso es de genios.

La historia que Benchley escribió y que Spielberg adapto se centra principalmente en un enorme tiburón blanco que atemoriza a una pequeña ciudad llamada Amity Island, en Nueva Inglaterra. Debido a los constantes ataques de la feroz criatura, el jefe de policía, Scheider; un biólogo marino llamado Matt Hooper, interpretado por Richard Dreyfuss; y un cazador de tiburones de nombre Quint, interpretado magníficamente por Robert Shaw, deciden ir en búsqueda del temido tiburón y acabar con él de una vez por todas. Los tres aventureros saben que no será nada fácil y que probablemente no regresarán con vida. Hombre contra animal. Las cartas están sobre la mesa y el resultado final es poco más que perfecto.

Tiburon Pelicula Spielberg

Nadie hubiese podido adivinar que el director de Reto a Muerte y The Sugarland Express filmaría no solo una de las mejores películas de todos los tiempos, sino una obra maestra, y con esto, lo que la misma representa. Spielberg sabe mejor que nadie lo que quiere contarnos y eso nos lo hace saber desde los créditos iniciales acompañados con la asombrosa música de Williams, vaya comienzo tan formidable. Instantes después nos presenta a la primera víctima, una pobre joven que nada desnuda en el mar, para luego ser cruelmente atacada por algo que emerge de las profundidades. Acto seguido vemos el colosal mar azul y en primer plano el rostro del jefe Brody, lo que nos da a entender que tarde o temprano ambos personajes, monstruo y humano, se enfrentarán en un combate con un solo vencedor.

En los siguientes actos veremos a la familia de Brody, resaltando su fiel esposa Ellen, a quien da vida la carismática Lorraine Gary. Estos personajes secundarios, la familia de Brody a quien también comprende sus dos pequeños hijos, sirven para moldear la personalidad de Brody, tantos sus temores como el modo en que actúa. Pero hay algo más increíble con este personaje, Brody, y es que le teme al agua. Vaya, menuda travesía que deberá sufrir nuestro héroe para salvar no solo al pueblo sino también a su familia: adentrarse en su peor temor, el agua, y encima confrontar a algo mucho peor. Encima de todo esto, el alcalde de la ciudad esta renuente a cerrar las playas, debido a que la misma vive del turismo, y si no hay playas donde este pueda nadar, adiós dinero. Así que Brody tiene dos problemas, por un lado un tiburón asesino que anda merodeando por ahí, y por el otro lado el alcalde que lo toma por loco y que decide arriesgar cientos de vidas al ignorar las órdenes de Brody de cerrar las playas y dejar que el turismo se meta al agua.

Tiburon Pelicula

Por fortuna para Brody no estará solo en esta locura, pues encuentra en Matt Hooper un amigo y un socio leal para intentar salvar al turismo y frenar a la maquina come-hombres. Luego de los dos brutales ataques posteriores al del inicio, uno mas horripilante que el otro, el alcalde se da cuenta que Brody y Hooper tenían razón y que la única forma de frenar esta masacre es eliminando al escualo. Para ello se harán de los servicios de Quint, un caza tiburones de renombre y con un sentido del humor más que irritante, pero a la vez divertido. Así es como los tres personajes se ven envueltos en una terrorífica aventura de la cual no creen salir victoriosos, esto debido en gran parte a la presencia tan imponente que Spielberg le dio al tiburón, representado como un monstruo invencible.

El último acto de la película, el cual considero que es el mejor, se enfoca por completo en la cacería del tiburón, alejando a los protagonistas de cualquier contacto con la civilización, ahora están por su cuenta, solos, ellos y el monstruo a vencer. Nada más. Es también en este último acto donde finalmente podemos ver al tiburón en todo su esplendor, y ver, de paso, a lo que se enfrentan nuestros protagonistas, mismos que durante esta demente cacería entablaran lazos de amistad y de fraternidad que fortalecerán la unión de cada uno de cara a la terrible amenaza que intentan frenar. Memorable es ese discurso de Quint sobre el U.S.S Indianápolis, hace que se ponga la piel de gallina y que te prepares, de paso, para el apoteósico desenlace. Spielberg esta mejor que nunca y muestra un ritmo endemoniado, ayudado claro esta por la editora Verna Fields.

Tiburon Pelicula magistral

Como era de esperarse, Tiburón se convirtió en un éxito de taquilla mundial y dio paso a los tan conocidos Blockbusters cinematográficos. Todo el mundo hablaba de Tiburón y de Spielberg, y no era para menos, pocas veces había una comunión tan clara y hermosa entre director e historia. A la postre el filme tuvo tres secuelas más, cada una peor que la anterior, salvo la tercera entrega que personalmente encuentro entretenida, de las cuales Spielberg nada tuvo que ver. Infinidad de cintas han intentado copiar el estilo de Tiburón, pero todas han fracaso penosamente, pues ni siquiera pueden igualar la majestuosidad con que Spielberg se consagra definitivamente como un narrador de aventuras portentosas y sublimes, casi poéticas. Personalmente considero a Tiburón como la mejor película de Spielberg, pues no le encuentro ningún error alguno. Perfecta en todo, y eso, señores y señoras, solo las obras maestras lo pueden presumir.

Crítica El Vengador del Futuro

El Vengador del Futuro

¿Por qué?

Mientras observo la  nueva versión de lo que muchos consideran un clásico de ciencia ficción, con cada minuto recorrido sólo me estoy preguntado cuales fueron los motivos para recrear una película que en teoría no debió de haber funcionado. La trama tenía más giros que un carrusel, había mutantes con extra componentes, villanos de caricatura, sets acartonados y efectos de dudosa calidad; pero de alguna forma tanto el director Paul Verhoeven y el actor Arnold Schwarzenegger hicieron que tal combinación de elementos funcionara en algo entretenido y hasta divertido al mismo tiempo.

Colin Farrell

Lo primero que llama la atención es el director Len Wiseman, quien mejor conocemos por su saga de Inframundo (Underworld),  como el valiente que levanto la mano para realizar un refrito con el característico estilo que por desgracia abunda últimamente en el cine. Ahora, no hay que menospreciarlo simplemente por su legado, el hombre logra demostrar su capacidad para filmar acción y de eso no queda duda en su nueva película, es sólo que se le pasa la mano. Conocedor de sus deficiencias, mejor se dedica la mayoría del tiempo a una buena cantidad de persecuciones, que si acaso existe alguna pausa, es para que su protagonista reciba instrucciones y continué huyendo de los malos.

La ausencia de los aspectos cómicos que hicieron tan agradables la primera versión han pasado al olvido. Se comete el error de eliminar todo lo que la hacia especial a la primera versión, dejando un esqueleto de circunstancias que se sienten apresuradas.

Con algunas escenas que nos recuerdan el legado al cual se supone le brindan tributo, no deja de ser una versión mediocre que se hunde como la mayoría de los productos de Hollywood sin ambición o tan siquiera alguna justificación que no vaya más allá de su falta de ideas. Es una película sin alma, hueca y con la única virtud de ser filmada en una época donde la era digital permite fácilmente crear escenarios, fuera de eso, no propone nada que no se haya visto antes.

Panoramica en El Vengador del Futuro

 

La mayor contribución que se tiene en esta versión, es la implementación de efectos visuales que afortunadamente van acompañados con algunas interesantes ideas. La que más destaca es el elevador que cruza el centro de la Tierra y que sirve para comunicar a la Gran Bretaña con la colonia de Australia, en un futuro devastado por una guerra química que sólo dejo ambos territorios habitables. Luego tenemos grandes vistas de edificios unos apilados sobre otros, en donde el único espacio disponible es hacia los cielos. Todo lo anterior como consuelo a la ausencia del planeta Marte que se extraña.

Lo peor, es que ese esfuerzo por crear un futuro fascinante en donde el teléfono móvil se encuentra en tu mano, no sirve de nada cuando no te importa lo que le suceda al protagonista. De nuevo tenemos la escuela de querer suplantar emociones con lo visual, olvidándose del vinculo que debe de existir de la audiencia con sus personajes y reduciendo cualquier escena a un tedio increíble que sólo esperas que ya termine.

No me explico algunas críticas positivas que piensan que con sólo realizar algunas secuencias de acción, eso garantiza la satisfacción del público y por lo tanto se merece la certificación de aprobado. Aún cuando alguien no conozca la versión de Verhoeven, es evidente la falta de interés en lo que le sucede porque simplemente no me importan las circunstancias que tiene que sobrellevar el nuevo Douglas Quaid. Reconozco que el actor Colin Farrell hace lo que puede con un libreto que esta fascinado en enviarnos a la siguiente escena con balazos, que cualquier intento por crear algo remotamente humano de quien se supone debemos hasta rezar para que sobreviva.

Bryan Cranston

El colmo llega en otro intento por cumplir las nociones del legado establecido, con el desperdicio del actor Bryan Cranston que se ve obligado a gruñir en la pantalla para cumplir con su papel de villano. Nada del supuesto conflicto que se desarrolla en este futuro hipotético tiene importancia, por lo tanto su personaje se reduce a diálogos que no convencen. y eso es mucho decir por la calidad del actor involucrado.

Es por eso que sigo sin entender las razones que llevaron a recrear una historia que por si misma fue un reto. El hecho de actualizarla con efectos visuales no es suficiente justificación, no tiene ideas nuevas o tan siquiera el deseo de ser algo más allá de sus orígenes. Entonces, ¿por qué?