abril 2017

Guardianes de la Galaxia Vol 2, un divertido carnaval espacial

Uno pensaría que después de nueve años las cosas les empezarían a salir mal, más no para el universo cinematográfico de Marvel que sigue sorprendiendo con otra película que desafía las expectativas.

Después de que la primera película nos dejó con la incógnita y con angustia sentimental por descubrir el padre de Star Lord (Chris Pratt), lamento decirles que el misterio no dura mucho tiempo. Uno hubiera imaginado que al menos se tomarían media película en encontrar al individuo responsable por la creación de nuestro protagonista,  pero el director y guionista James Gunn no está de acuerdo. En su momento parece una oportunidad perdida porque le quita importancia a lo que se supone es una motivación trascendental de tu personaje, hasta que descubres que es para ahorrar tiempo que será destinado a establecer de forma satisfactoria el creciente número de actores.

De todas las películas de Marvel, el elenco de los Guardianes de la Galaxia se ha vuelto uno de mis favoritos, y mucho merito tiene Gunn. No es fácil lograr que un grupo de individuos sea ameno, sin embargo el hombre ha sabido interpretar las cualidades que tiene cada uno de los personajes y jugar con ellos en interacciones que bordan entre lo irreverente y en pequeños trozos algo de dramático. Otra vez tenemos el talento del director sobreponiéndose a la estricta fórmula establecida que no permite salir de la amenaza del momento, para terminar prácticamente en donde mismo.

La ambición de la aventura podrá ser limitada, más no la imaginación y otra vez tengo que elogiar a un Gunn que hace de su película un espectáculo de luz y sonido: desde la variada banda sonora que enaltece los momentos claves, hasta la paleta de colores que rinden tributo a un estilo retro de los 80’s. Literalmente hace de su película un fiesta a la que todos estamos invitados. Y se agradece. En un mundo donde son constantes el mismo tipo de explosiones, da gusto de vez en cuando disfrutar algo de diferente que llame la atención.

Sin duda el humor es una de las principales características de nuestros héroes, y debo de informales que este no se ha perdido en lo absoluto. Hasta considero en ese aspecto superior a la primera parte al ser consistente las escenas en lograr su objetivo. Mucho tiene que ver la película tenga un elenco tan variado que se tiene que buscar en como utilizarlos y la solución fue crear  parejas de personajes para resolver conflictos: Gamora (Zoe Saldana) con Nebula (Karen Gillan), Mantis (Pom Klementieff) con Drax (Dave Bautista), y hasta Rocket (Bradley Cooper) con Yondu (Michael Rooke); cada uno por su cuenta logra crear escenas interesantes y divertidas, que increíblemente no necesitan de una catástrofe para motivarlos.

Donde la película sufre es la falta de emotividad que provoca la trama principal de Star Lord con su padre. Uno pensaría que sería el gran momento que estábamos esperando, después de todo la primera película nos estaba vendiendo la idea que era un gran misterio la identidad del sujeto. Gran decepción cuando súbitamente aparece para explicarnos  su naturaleza, motivaciones y razón de existir. Bueno, que le vamos hacer. El mayor problema no es el desperdicio de esa oportunidad para generar suspenso, más bien la falta de emotividad en todo el asunto del reencuentro. La interacción entre Star Lord y Ego (Kurt Russell) es monótona, no tanto de dos personas con parentesco, más bien de dos personas esperando el autobús. Luego el conflicto que tienen llega a ser risible. Parte de la culpa la tiene el director y otra un Chris Pratt  que ante todo es un actor de comedia y a lo mucho puede ofrecer cara de mosca aplastada.

No existe una prohibición por utilizar comedia y drama a la vez, ni tampoco que cantidad puedes utilizar de una y de otra. Considero que el contraste le da fuerza a cada una de sus cualidades. La situación es que James Gunn es muy hábil para la comedia, pero el drama le está costando. Con excepción de la importante escena donde fallece la madre de Star Lord, el hombre se ha vuelto incapaz de tomarse el tiempo y crear otra escena de tal importancia, ahora hasta tiene que canibalizar tal momento para justificar las decisiones que se toman en el desenlace.

Compartiendo el espíritu frenético de su antecesora, aquí también se sigue un ritmo acelerado que no da tiempo para saborear lo que sucede. Literalmente el director necesita hacer que su película respire. Entiendo su pasión por el proyecto, su visión y conocimiento, pero lo está arruinando por querer incluir tanto en tan poco tiempo. La gente no se va ir de sus asientos después de pagar un boleto algo caro por asientos confortables, debe de generar suspenso, intriga, ambiente. En pocas palabras, James Gunn debe de mejorar y no empeorar con el paso de las películas. No porque tenga rienda libre y mayor presupuesto puede cometer los mismos errores. Está desperdiciando la oportunidad de hacer algo especial, porque los elementos los tiene y solo es cuestión que él quiera.

Guardianes de la Galaxia Vol 2 tendrá sus defectos, más no lo suficientes para perder el encanto por el que nos enamoramos. Está es una de esas películas por las cuales niños se maravillaran y los adultos disfrutaran de los momentos de irreverente alegría.

Power Rangers, cuando la nostalgia debe ser suficiente

Hace rato que no teníamos una doble crítica de una misma película, pero la considero un complemento a la detallada explicación de Miguel sobre el ir y venir de los Power Rangers.

Para entender a nuestros héroes multicolores tenemos que enfatizar los tiempos cuando Lionsgate tenía a su disposición vampiros hormonientos y adolescentes muriendo en juegos del hambre. ¡Oh Dios! Esos maravillosos tiempos donde el solo pensar en exprimir a la audiencia con adaptaciones en dos partes de un  mismo libro hacían salivar a los inversionistas de la casa productora. Pero todo llega a su fin, y al menos que Bella Swan tenga trillizos llamados ‘Remesmos’ o que aparezca un ‘Presidente Tinaco’ que amenace a los distritos con los juegos de la redundancia; pues no existe futuro alguno. Es así, que más por necesidad que por cualquier otro motivo llegamos a los Power Rangers: una película que busca ser la punta de lanza a innumerables secuelas, basados en una serie de televisión de mas de 20 años y que con todo y dificultades sigue en sus diferentes versiones hasta el fin de los tiempos.

No es secreto que después de la readquisión de los derechos por parte de Saban Brands y con el apoyo de las compañías hermanas, el lanzamiento de los Power Rangers al cine era inminente. Es más, el hambre de la audiencia por la nostalgia lo volvió necesario, a tal grado que el joven director Adi Shankar lanzó su candidatura con el famoso cortometraje que casi le hace ganar una demanda por derechos de autor. Tal pedazo de fanfiction lo único que creo fueron problemas para los productores porque ofrece la posibilidad de una versión donde mercenarios con superpoderes vencen a las fuerzas del mal. Lo cual es una total contradicción a la naturaleza de los Power Rangers y el Sentai del que esta basado, porque aún con sus escenas de extrema violencia que escadaliza a ciertos individuos, el contenido es y siempre debe de ser para el público infantil.

El gran dilema es como lograr atraer nuevos fanáticos y a la vez complacer a los niños que disfrutaron de la serie y que hoy son adultos. A eso hay  que agregarle unos Transformers y Pacific Rim que han tomado inspiración precisamente de los Power Rangers y han hecho lo propio. El reto es prácticamente imposible de superar, y menos con un miserable presupuesto de apenas 100 millones de dólares que por lo que se visto no fue suficiente para ver el ensablaje de los Zords en el Megazord. Es por eso que para competir es necesario utilizar la nostalgia como principal herramienta de mercadeo: recordar a los viejos que existía un Zordon flotando en su tubo, el robot odioso gritando y adolescentes con actitud salvando el planeta.

El dinero siempre ha sido una constante en la vida de esta serie y en el cine no es la excepción: esto es lo más económico que pudieron crear y si no pusieron a todo el elenco en coma para sobreponer imágenes de la serie de Japón es porque no les alcanzó el presupuesto para comprar los derechos de Toei; pero lo que si tenemos son dos terceras partes de un filme conociendo personajes adolescentes interpretados por actores adultos. Y no es malo, tomando en cuenta que en la serie no todo el tiempo eran monstruos de latex luchando a robots gigantes. Además que no había de otra.

Es por eso la importancia del joven director Dean Israelite, quien se presume tiene afinidad a la serie, más que por lo mostrado se nota que no tuvo mucho que ver en el asunto. La película muestra signos de haber sido creada por un comité que se encargo del libreto, diseños, actores, locaciones y presupuesto. Si Israelite tuvo algo de responsabilidad, fue en administrar los recursos que le ofrecieron bajo lineamientos estrictamente marcados por los productores que financiaron el proyecto. Con pocas oportunidades en Hollywood, no culpo al pobre hombre, pero tampoco lo compadezco. Su trabajo es mediocre a lo mucho cae en lo competente y no tanto porque le ofrece algo a la saga, si no porque logra mantenernos interesados en este nuevo grupo de Power Rangers.

Mucho merito tiene el que se tenga un elenco comprometido, aún cuando el director o el libreto sea deficiente. En verdad, es para envidiar que Bryan Cranston se preste a interpretar a un ser interdimensional, que ahora con el reinicio no se que demonios pretende ser. El actor no tiene necesitad de nada, tiene tantos Emmys para demandar estar en cualquier serie de televisión y sin embargo se presta a este proyecto como forma de agradecimiento porque en sus inicios como actor se le dio la oportunidad de ser la voz de un monstruo en la serie de televisión.

Tampoco puedo demeritar el escueto trabajo de Elizabeth Banks, quien no tiene nada de culpa que no le hayan dado material decente para interpretar a una Rita Repulsa que paso por un extenso proceso de liposucción, cirugía plástica y vestuario digno de la reina de las amazonas. Es triste que no le hayan dedicado más tiempo. Hubiera sido interesante conocer más de esta villana que se dice haber traicionado a Zordon y sus amigos, pero tenemos que conformarnos en que es la mala de la película a la que hay que derrotar de la forma más patética e insultante posible: estilo ‘Equipo Rocket’.

Estos nuevos héroes, para mi sorpresa, logran salvar del abismo a una película que tiene necesidad de carecer la mayor parte del tiempo de acción. Y lo digo, porque el presupuesto solo alcanza para accidentes de carro, demoliciones y luchas con efectos visuales que son dizque Puddies. Las historia de vida de los personajes es otro punto a favor, atrás quedaron los adolescentes sin problemas que se la pasaban asistiendo a todos los eventos sociales de Angel Grove, ahora tienen dilemas que resolver: desde autismo, ciberbullying, delincuencia y hasta de preferencia sexual. Es de aplaudir tal decisión y es lo más progresista que ha sido la saga desde su creación.

Pero el libreto realizado por varios autores no logra justificar de forma coherente la amenaza que representa Rita Repulsa y por lo tanto la película pierde importancia más allá de la nostalgia que te genera. También falla en atraer nuevos fanáticos porque no lograr tener una trama decente donde existe un Morphing Grid que almacena vida de personas, da poderes y en una de esas cura el cáncer. Tomando en consideración que esto se pretende ser una actualización, es lamentable la propuesta y vergonzoso, cuando en la actualidad se tiene caricaturas (Gravity Falls) con mejor libreto.

Más allá de la nostalgia y sorpresivamente un elenco dedicado, no tienes mucho que ofrecer a un público que no conoce la serie. Decir que se salva de un rotundo fracaso es porque existen fanáticos dedicados a los que se les despierta el sentimiento al ver los Zords con la música icónica de fondo. Más no es suficiente en este mundo donde el cine nos ofrece mejores historias con robots gigantes o hasta lo que la misma serie de televisión logró en su momento alcanzar. Si existe la fortuna de una secuela, espero que tengan en consideración la importancia de un buen director y libreto, porque en verdad pienso que tienen un elenco digno de otra oportunidad, si no ocurre, tampoco me lamento y esperare el inicio, sobre el reinicio, del reinicio.

Power Rangers. Reviviendo la nostalgia.

Recuerdo mucho cuando los Power Rangers llegaron a México: tenía 6 años y las caricaturas favoritas de uno eran Dragon Ball Z y Supercampeones; de hecho, este último programa estaba terminando en la televisión, cuando una guitarra eléctrica atraía mi atención.

A continuación, aparecían unos astronautas que abrían una especie de prisión galáctica y una mujer de traje ridículo salía junto con unos monstruos y se preparaba para conquistar la Tierra. Seguíamos con una especie de base espacial en el planeta y una cabeza flotante le pedía a un robot que invocara jóvenes con actitud para convertirse en los defensores del universo. Aparecían estos jóvenes, les asignaron los poderes, derrotaron a los malos y reanudaban sus vidas adolescentes normales.

Así nació Power Rangers, pero el fenómeno no se inició sino hasta el día siguiente, cuando todos los niños en la escuela empezaron a alucinar con estos nuevos personajes. Pronto su popularidad alcanzaría a algunos de los shows infantiles más importantes de ese momento (Tortugas Ninja, Supercampeones, Dragon Ball Z, etc.) y seguiría así hasta la llegada de Pokemon. Lo cierto, es que el show tuvo cierta continuación hasta la versión en el espacio, ya que después de eso Disney compraría los derechos a Haim Saban y las situaciones más extrañas le ocurrirían a esa franquicia (si es que se pueden volver más extrañas), que abarcarían desde sacar sus poderes quitando espadas de una piedra hasta usar varitas para transformarse.

En 2011, Saban recuperó los derechos de los adolescentes con actitud y creó otra serie en Nickelodeon y parecía que la serie (ya convertida en una cualquiera) seguiría en televisión el resto de sus días. Hasta que, en 2014, Saban anuncio una alianza con Lionsgate, la misma productora de franquicias juveniles como “Los Juegos del Hambre”, “Divergente” y “Crepúsculo”, y pronto anunciaban que estaban en producción de una nueva película sobre la primera generación de Rangers.

En su momento, esa noticia me dejó con sentimientos encontrados: obviamente me encantaría ver la película y recordar buenos momentos de mi infancia; pero por otro lado, luego de los desastrosos resultados de algunas adaptaciones de shows infantiles al cine (“Las Tortugas Ninja” versión Bay, “Transformers”) no estaba tan seguro de que adaptar a estos adolescentes fuera lo mejor; se le suman a mis dudas el hecho de que esta productora se especializa en las adaptaciones juveniles del momento que básicamente consiste en adolescentes con problemas banales y triángulos amorosos mediocres. Las cosas no mejoraron cuando empezaron a lanzar los diseños de producción de los trajes de los Rangers (parecen trajes que Marvel rechazó para Iron Man) y de Alpha 5 (con todo y su pancita borrachera), que provocó muchas quejas de los fans.

Pero la bomba explotó cuando el primer Teaser Trailer se estrenó en octubre del año pasado. Ahí, mi desconfianza creció de manera terrible. No parecían entender que eran los Rangers y no parecían saber a qué publico dirigirse. Todo indicaba que estaríamos ante uno de los más grandes desastres del año. Y aunque el último tráiler mejoró las cosas, la desconfianza estaba a tope.

Así que llego el día para ver la película y juzgarla y, para mi enorme sorpresa, me termine topando con una entrega mucho mejor de lo esperada; no diría que se tratara de una buena película, pero si de un buen intento de contar una historia con agradables personajes (y realistas) basándose en un material altamente mediocre.

El primer punto a favor de la película recae en los actores y personajes: estos actores, sorpresivamente, hacen un trabajo más que bueno con los personajes que les toco hacer: se siente una naturalidad en sus interpretaciones y se siente una gran química entre ellos, como si ya llevaran 3 películas actuando juntos; individualmente también entregan buenas notas, especialmente RJ Cyler como Billy, quien es el alma de esta película.

Los actores de experiencia también tienen su aportación en la película: Bryan Cranston compone a un Zordon muchas veces molesto con estos Rangers, Bill Hader no llega a ser tan molesto como muchos hubiéramos esperado como Alpha 5, pero es Elizabeth Banks quien se roba el show en su papel de Rita Repulsa, dando momentos de verdadera amenaza, pero también dando momentos donde se ve que divierte en su papel.

La historia sorpresivamente está bien contada, al es básicamente la historia de origen de los superhéroes: chicos con problemas en la escuela o casa (cambiando completamente la historia de los Rangers originales) que se topan con un poder extraño que les da habilidades y la responsabilidad de usar esos poderes para hacer el bien (hay mucha influencia arácnida en estos chicos), se aparece la amenaza en turno y, a través de trabajo en equipo, logran vencer al enemigo. Es básica la historia, pero sorpresivamente se siente en buen ritmo.

También hay cambios en la historia que se sienten como actualizaciones de la historia original. Da la impresión de que Dean Israelite quiso homenajear un poco la serie de surgimiento, pero al mismo meter actualizaciones modernas y darle su propia identidad al producto. Hay momentos en que lo logra en verdad, aunque me hace desear que habría sido esta película en manos de un director competente.

Pero aun con estos grandes puntos que la película ofrece, hay problemas que se presentan que dañan mucho el material, empezando por los diálogos de la película: cuando tu película empieza de épica forma con el surgimiento los Rangers, no puedes poner como siguiente parte a Jason dando un chiste más típico de una comedia de Adam Sandler.

Otro detalle que encuentro con la entrega es la excesiva publicidad para cierto producto, especialmente en los momentos finales de la película. Esto quizá no afecta el resultado final, pero si se convierte en un elemento muy distractor.

Pero lo que podría causar problemas esta película recae en lo poco que tenemos de Rangers aquí. Parecería que los productores confiaron bastante en que el producto seria exitoso en taquilla, por lo que sacrificaron parte del espectáculo Ranger para que podamos conocer más a estos personajes. No es necesariamente malo, pero considerando que muchos esperaban ver pronto a los Rangers realizando sus rutinas de siempre (ponerse el traje, derrotar monstruos con poses, duelo de robots, etc.), esto podría convertirse en una decepción brutal para la gente.

La película quizá, en el estricto sentido de la palabra, no es una buena entrega, pero para la desgracia que yo estaba esperando ocurriría, me topé con una entrega bastante decente y con mucho potencial; potencial que espero, en la secuela, explote como deber ser.