Crítica: 2033

Sandra Echeverría y Claudio Lafarga protagonizan la película 2033

Por fin pude admirar la polémica película mexicana de ciencia ficción y debo de decir que la falta de experiencia en los aspectos técnicos para este tipo de género cinematográfico, casi terminan destruyendo el producto al grado de la desolación que quieren mostrarnos en la pantalla.

Se podrían justificar los errores por una evidente falta de presupuesto, según Wikipedia el costo de la producción fue la risible cantidad de dos millones de dólares; pero no son los vestuarios, escenarios, ni los actores quienes afectan a la ambiciosa propuesta, es algo más elemental como lo es la técnica. Alfonso Cuarón logró crear exitosamente un mundo futurista en la cinta Children of Men sin empalagarse con aspectos tecnológicos, él quería contar la historia desde la perspectiva de los personajes afectados por una sociedad sin esperanza y vaya que lo logró. 2033 comete el error de querernos mostrar la fantasía de una Ciudad de México futurista con cámaras inteligentes tipo Odisea del Espacio, un malvado Dr. Simi que es manipulado por el caricaturesco dictador que solo le falta la ya típica risa, los escenarios aéreos a los que les agregas un arco gigante a la torre Latinoamericana con más smog de costumbre; si no tienes dinero y sabes que tus recursos son límitados mejor enfocate al aspecto psicológico de los personajes lo cual a medias tintas lograron llevar a cabo.

El guión se vuelve como un rompecabezas en donde no comprendes cual es el motivo de las escenas que acabas de ver. Los personajes son como robots a los que les dices que hacer porque así debe de ser, sin cuestionamientos, dudas o conflictos interiores. De un momento a otro Pablo (Claudio Lafarga) es llevado por el Padre Miguel (Marco Antonio Treviño) para rehabilitarlo  de sus adicciones, se enamora, descubre que su padre está vivo y listo es un nuevo hombre. Algunos me han de decir que el trauma de la cacería humana por los aires lo hizo recapacitar, o ver la muerte del hombre que el mismo asesino logro ver sus errores, pero todo queda tan simple que ya cuando menos lo esperas está ayudando a la resistencia a infiltrase a un campo de cryogenia donde su padre está aun vivo porque el General experto en torturas maquiavélicas no se le ocurrió matarlo y menos a su ahijado que también resulta que huye a los cerros para esconderse,  donde se supone que no hay vegetación por las temperaturas extremas de 40C.

Ahora , al tema que ha causado mucha polémica ha sido el papel de los Padres (que suponemos son católicos) como líderes guerrilleros que están en contra del régimen que abolió toda libertad de culto (nadie explica los porqués). Existe un artículo en La Jornada donde responde que la Guerra Cristera fue la inspiración para tener como líderes a representantes de la iglesia. En un mundo ideal no es extraño que personas con una superior calidad moral se opongan a la destrucción de las libertades de los hombres por eso no es nada errado verlos luchando con sus ideas, pero no con armas y es aquí donde no se porque la gente se ha tomado en serio el aspecto religioso cuando no conoces las motivaciones, sentimientos ni miedos del personaje del Padre Miguel. Es ficción sacada de la imaginación del guión de Jordi Mariscal con elementos caricaturescos que intenta ser una visión de un futuro de otra dimensión porque no encuentro elementos para que se vuelva realidad, aun cuando nos pongan al Dr. Simi o el aspecto de elecciones competidas, el guión carece de fundamento justificable con la realidad y pierde relación con la misma sociedad que invita a ver esta obra cinematográfica.

Si está es la primera de tres películas, espero que el aprendizaje haya sido intenso. No estoy en contra de que ambicionen llevar a cabo este tipo de cinta y espero que el resto de la historia tenga un mejor control de tantos elementos que intentaron fusionar, pero no se les olvide que son los personajes y por Dios un buen guión lo que hace una excelente película sin importar la cantidad de dinero.