Últimamente hay una abundancia de películas post-apocalípticas en las cartelera de los cines. Al parecer es un momento ficticio muy fértil creativamente para la mente de los guionistas.
El mundo ha sido destruido por la guerra quedando como resultado destrucción y muerte. Un muñeco de tela despierta confundido con lo que ven sus mecánicos ojos, comienza a descubrir que existen otros igual a él, vagabundeando sin rumbo fijo tratando de sobrevivir a la bestia robótica que los persigue.
Aunque no lo parezca tenemos varias escenas de acción que involucran una ingeniosa coreografía. Hubiera resultado en un completo aburrimiento si no fuera por la diversidad y el auténtico sentimiento de peligro representado en nuestros protagonistas. Nadie puede encontrar defecto en los meritos técnicos: los escenarios, colores, diseños de los personajes, los ángulos de cámara; se ve un trabajo arduo por llevar a la pantalla grande la producción.
El problema radica en el guión que no da para más, en cuanto conocemos a los muñecos, estos sólo se la pasan corriendo de un lado para otro tratando de averiguar lo que obvio y nunca se aclara el método de transferencia de almas ni el motivo de la guerra.
Aquí no existen los compañeros de viaje, mascotas u otro ser que te alegre la vida. Todo esta cubierto de una atmosfera tétrica en donde lo fantástico se refleja en los modismos de los personajes, sus diseños y actitudes. Nunca existe el intento por hacer comedia
El villano es una araña mecánica gigante («La Máquina») que se la pasa construyendo más robots al parecer para gobernar el mundo , no existe explicación sobre las motivaciones del malvado y todo se queda en apariencias de un ser con su ya tipico ojo rojo.
Entonces te quedas con la moraleja sobre la capacidad del hombre para destruir un mundo ficticio que no aparenta en nada al nuestro al mostrarnos una era entre la primera y segunda guerra mundial.
La cinta no es adecuada para el público infantil y difícilmente los adolescentes quieran ver muñecos salvando al mundo. Los adultos pueden apreciar los méritos técnicos pero no existe mucho que llame la atención y fácilmente la cinta se va a perder en la cartelera con el resto de los estrenos de otoño.