Crítica: Actividad Paranormal 2

Ver está película me recuerda cuando voy al supermercado y encuentro productos pésimos con el gancho de ofrecer 50% más de contenido. Por supuesto que habrá quienes opinen lo contrario y les será grato obtener más valor por su dinero.

Volvemos a los mismos trucos baratos de la primera parte, pero en mayor cantidad en todos los aspectos: desde actores, golpes, cámaras, dimensión de la casa, hasta mascotas y personaje étnico incluido. Todos estos elementos se ingresan a una licuadora y equivalen a ver una decena de videos de You Tube al mismo tiempo durante poco más de una hora. Es por eso que los creadores se dieron cuenta de la monotonía que implica el asunto , así que para que no  esperemos más de lo necesario decidieron agregar más cámaras y por lo tanto más escenas cortas de hechos inexplicables que admirar.

Como un hibrido de precuela y secuela a la vez, está segunda parte justifica su existencia al intentar darnos una explicación a los fenómenos paranormales que padecieron Micah y Katie. Esto ayuda mucho en mantenernos atentos a los sucesos porque ahora ya no existe el truco de hacernos creer que estamos viendo una grabación real, aunque se esfuercen en hacernos creer lo contrario. Mucho menos el uso de la cámara portátil al estilo Blair Witch que se esta volviendo más en escusa para elaborar filmes de bajo presupuesto.

Para aquellos sensibles a los spoilers, por favor no lean lo siguiente. De nuevo tenemos a una nueva pareja de recién casados siendo aterrorizados por el «SEPA QUE». Fin del spoilers.

Como ya se ha vuelto costumbre,  en las películas de terror también tenemos a todos los personajes actuando como estúpidos ante los fenómenos extraños y aquellos que sí creen son ignorados,  así que es requerida la asistencia de la extranjera (que como siempre nadie le cree tampoco al principio) para aclarar las obviedades. Todo lo anterior demuestra lo reciclado que resulta el filme, al que sólo por ser filmado de diferente forma a la convencional reclama nuestra asistencia en el cine.

Aquellos fans de la primera parte les va agradar los sustos que les pueda provocar » EL SEPA QUE», porque en esta ocasión se manifiesta con más intensidad y con mayor cantidad de momentos que de seguro uno que otro brincará del asiento. Si es que al final se aburren con la brincadera de la cámara y las escenas borrosas en la oscuridad, es entendible porque ese truco ya lo hemos visto y con mucho mejor efecto.

En el aspecto de relatar una historia es mejor que la original, pero recae demasiado en los mismos trucos de esperar a que algo suceda que se vuelve repetitivo y monótono para que me importe lo que les sucede a las tontas víctimas.