Es díficil crecer , nunca estas seguro de lo que estas haciendo y los errores que cometes son como puñaladas en el pecho. Lo peor es que nada sale como uno quiere , por lo que debes de tomar la desición de hundirte en tus propias lágrimas o salir adelante con los recursos que tienes a tu alrededor.
«Adventureland» narra la historia de James Brennan (Jesse Eisenberg, el actor con papeles perpetuos de geek) en su intento por reunir dinero para irse de vacaciones a Europa y después ingresar a la prestigiada escuela de periodismo de Columbia, tiene que trabajar en el parque de diversiones de la localidad ante su falta de experiencia laboral y la falta de apoyo económico de sus padres.
En sus aventuras conoce a Em Lewin (Kristen Stewart), quien demuestra que sabe actuar, haciendome despreciar más su papel en las películas de los vampiros. Lógico que todo termina en el romance de James con Em, pero por supuesto que hay secretos y obstaculos ejemplificados por la nostálgica Lisa P (Margarita Levieva).
«Adventureland» no es para todos, se necesita apreciar el ambiente ochentero que se presenta en pantalla. Otro inconveniente es que no es tan cómica como uno quisiera, esta enraizada en su melancolía de no saber a donde ír ni que hacer y los pocos momentos de risa se vuelven respiros entre la confusión de nuestros personajes.
La salvación de la producción viene del cariño que empieza uno a sentir por las aventuras de James y Em. Aquí tenemos otro ejemplo de un romance basado en la realidad y no en fantasias como bien nos demostró «500 días con ella». No insulta al cinéfilo con soluciones fáciles y aún en el final se mantiene coherente dejandonos saber que la vida continua aún en las circunstancias nada favorables.
Si acaso la duración de 107 minutos se hace sentir, es por el paso lento que lleva la trama. No esperen explosiones, desgracias, quemazones, ni asesinatos. Es de estas películas raras que no es para todos, depende de tu estado de ánimo y necesidad de estudiar la conducta humana para que te animes a verla.
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