El uso de violencia gráfica en las películas dedicadas a la época romana se han vuelto en un estándar a seguir cada vez que se trata el tema, es como si fuera requerido el uso de escenas dignas de una carnicería para hacernos creer que el imperio romano fue capaz de dominar gran parte de las civilizaciones de aquellos tiempos. Está cinta no es extraña a lo anterior y en buena parte de la duración de la misma utiliza escenas sangrientas para mantenernos atentos a la pantalla olvidándose al mismo tiempo de contar la trama a través de sus personajes.
Todo comienza con una breve explicación, sobre un grupo guerrillero que le está haciendo la vida imposible a los conquistadores. Luego conocemos al susodicho centurión Quintus Dias (Michael Fassbender) escapando de los nativos Picts que lo quieren linchar, para luego regresarnos a la breve explicación de su predicamento. Cuando digo breve, es porque es breve, sólo algunos datos interesantes del porque se encuentran en esa región, conocer algunos burócratas, militares y próximos compañeros para la persecución que serán expuestos durante la mayor parte de la película.
En el principio la caracterización de los personajes se simplifica a algunas frases, es en la mitad cuando el grupo de guerreros trata de escapar cuando al parecer el director y guionista Neil Marshall se dedica a enfocarse más a quienes son estos tipos. Ya para entonces, todo esto es inútil y se convierte es sólo relleno que interrumpe las constantes escenas de acción a las que habíamos sido expuestos.
Admito que al inicio me sentía interesado en la película, porque quería ver como el grupo de los Picts era capaz de derrotar al ejercito romano, después de todo, el ejercito contra luchaban era el más avanzados en el uso de las armas de aquellos tiempos y no había nada que los pudiera detener. Es más, Quintus hace referencia a un tipo de guerra sin honor, en donde el enemigo ataca para esconderse, haciendo clara referencia a los actuales conflictos bélicos. Entonces todo lo anterior lo tiran a la basura cuando se vuelve la mayor parte de la cinta en una cacería humana, que sólo contribuye a llenar un reducido guión de algunas páginas.
En los aspectos técnicos no tengo inconvenientes, hasta existen algunos que valen la pena alabar como: la adecuada elección de escenarios majestuosos que combinados con una excelente fotografía, dan ganas de estar ahí; además de la calidad de los vestuarios y la ambientación.
En términos de actuación no hay mucho que presumir. Cuando tu protagonista se reduce a estar muda a lo largo de la película, como lo estuvo Olga Kurylenko (ex chica Bond de Quantum of Solace); es porque no sabe hablar los diálogos o porque es muy buena haciendo gestos. El resto del elenco se la pasa gritando y muriéndose el resto del tiempo o algunos conspirando con frases desgastadas de otros filmes.