Crítica: El Atentado

Protagonistas de la película El Atentado

Una waflera encendida me causa mayor emoción en comparación con lo que acabo de ver.

Me encuentro ante un dilema porque no encuentro el valor para decir que no vale la pena está película, cuando desborda calidad en otros aspectos de los cuales otras producciones ni tan siquiera le llegan a los talones. El admirar el esfuerzo por crear unos preciosos vestuarios de época dignos de algún premio, o lo difícil que debió de haber sido adaptar las locaciones para que fueran representativos de los tiempos de la revolución.

Pero con todo respeto para los trabajaron en este proyecto. Que experiencia tan insípida es ver está cinta tan falta de emoción. Es como si fuera escrita por un grupo de deprimidos anónimos, donde me relatan la historia de lo más aburrida posible. Lo increíble es que hasta existe el auto-sabotaje por parte del director Jorge Fons, para que el único momento donde genuinamente estaba a la expectativa, sea destruido por la técnica del soñar despierto por parte del asesino.

¿Cuál fue el propósito, razón, motivo o circunstancia para crear está película? La trama nos expone a la conspiración por parte de algunos servidores al régimen de Porfirio Díaz en sus intentos por asesinarlo. Se realiza un adecuado esfuerzo con los cinco millones de dólares que costo la producción , para ilustrarnos el descontento que existía con el régimen a través de pequeñas escenas de teatro del pueblo (muy cómicas por cierto), pero lejos de enfocarse en el personaje de Arnulfo Arroyo como el gran desgraciado que se atrevió a levantarle la mano al dictador, todo resulta en escenas burocráticas por evitar que los verdaderos conspiradores caigan. Luego tenemos una tímida caracterización del General Díaz, como si fuera el abuelito de la casa donde no sabe nada de lo que ocurre a su alrededor, pero eso sí, todos le tienen miedo y creo que respeto.

Los actores hacen lo que pueden con el material que se les ha dado, en ese aspecto no recae la responsabilidad de que se haya vuelto en una superproducción sin pies ni cabeza. Si quisieron mostrarnos un poco de la vida cotidiana en la ciudad, lo lograron. Era como ver desde la ventana todo lo que ocurre, pero muy lejos de plasmar el sentimiento de las personas, sus emociones, ideales, hasta pasiones, todo se reduce a que el criminal es anarquista y de ahí no lo sacan porque nunca se nos da la oportunidad de conocer a las persona. La producción estaba tan engolosinada de mostrar una película de calidad que se les olvidó contar una historia, una sola bastaba, no un montón de gente jugando engañarse entre ellos mismo y si así hubiera sido, háganlo con algo de intriga y de suspenso, como si sus vidas corrieran peligro y no como si el abuelo Díaz al final les fuera a dar unas nalgadas.