Aún con todas las noticias negativas sobre el director Roman Polanski, su capacidad para ser un gran artista no se encuentra entre tantas cosas que se dicen sobre él.
La película es una adaptación de la novela «The Ghost», escrita por Robert Harris y que hace honor al origen por la forma en que se desarrolla la trama. Esta tupidas de diálogos que nos adentran cada vez más al misterio, al igual que un libro. Así que no esperen balaceras o una que otra explosiva que le ocurra al protagonista, definitivamente que es el estilo del director lo envuelve a toda la producción y no cede ni en el clímax.
La responsabilidad de que sigamos sentados en el cine recae totalmente en los hombros de Ewan McGregor. Es su interpretación de un escritor contratado para escribir las memorias del ex primer ministro británico Adam Lang (Pierce Brosnan) lo que nos hace seguir cada una de sus aventuras por encontrar la verdad que guarda éste famoso personaje. Cualquier otra persona hubiera sido un fastidio por la cantidad de preguntas que realiza, una tras otra persona con la que se encuentra le hace un interrogatorio, parece a momentos que llega a la paranoia, pero lo disfrazan tan bien como si fuera parte de la personalidad que lo aceptas y a momentos disfrutas.
Si no fuera suficiente, tenemos la actuación de Olivia Williams como la esposa del ministro, con un toque entre despecho e inteligencia que involucra estar a lado de unos de los hombres más importantes del planeta.
El director logra crear una ambiente de misterio en los primeros minutos. Lo asombroso es que las pistas que el escritor sigue nos intrigan cada vez más por la delicada forma en que maneja las escenas: la música, la siempre presente lluvia y los colores grises con azul. Es lo que llena la pantalla, en lo que muchos otros se hubieran desesperado y llenado con acción.
El embrollo político en el que se envuelve la trama, es muy afín a la guerra contra el terrorismo y no oculta las coincidencias que existen entre Adam Lang y Tonny Blair. Todo lo anterior, eleva el guión a algo más que una cinta de conspiraciones secretas. El único inconveniente es que nos podemos perder en la trama por la cantidad de nombres extranjeros y la falta de familiaridad con la geopolítica.
Después de lo que muchos pueden considerar como un desarrollo lento en l trama, es el desenlace lo que hace que nuestra atención en la película haya valido la pena. Los últimos diez minuto son una maravilla entre asombro y belleza por la forma en que se desenvuelve las últimas escenas.
Es un auténtico thriller, lleno de suspenso y misterio; con una excelente dirección, además de actuaciones que superan al resto de las producciones del mismo género.