Hace tiempo que no tenemos una película de terror sobre hombres lobo que funcionara, quizás no son tan carismáticos como los vampiros o tan versátiles para ser sociables. Entonces sabiamente los creadores de la cinta optaron por regresar a los básicos al grado de olvidar que el público ha visto los mismos trucos y personajes trillados hasta con el sacerdote más psicópata que pudieron encontrar.
Por meses se retraso el estreno de esta película y ahora entiendo porque. Los productores pensaron que el agregarle escenas de acción con efectos digitalizados mejoraría la experiencia pero no se daban cuenta que el problema está en la actuación del protagonista. Es sorprendente pensar que Benicio del Toro no sea capaz de cautivar pero eso es precisamente lo que paso, en ningún momento sentía empatía hacia lo que le sucedía al personaje y terminó por aburrirme la película. Demasiada ambientación, atmósfera, efectos de cámara y todos los ámbitos técnicos no salva una primera mitad de lo más aburrida. No fue hasta la transformación cuando la película toma vuelo y por fin se torna interesante.
Lo peor es que se ve el esfuerzo por que está cinta no sea un fracaso y hasta existe un guión decente que justifica la carnicería que vemos en la pantalla. Con justa razón intentaron salvar está producción agregándole escenas.
Lo que sucede es que al regresar a las raíces de este género varios trucos que crean terror ya los conocemos, entonces toda la mitad de la cinta tratando de explicar la dinámica del asunto se vuelve frustrante deseando que algo emocionante pase. Lo peor es que la película se esfuerza demasiado durante la primera mitad en crear suspenso y se nota en cada cinco minutos que inicia una melodía disque tenebrosa. Es precisamente el último ingrediente el que no pudieron reproducir y tuvieron que sustituirlo exitosamente con escenas de acción en la última mitad por lo novedoso que es ver a un hombre lobo recorrer los tejados en una noche de luna llena en Londres o una feroz batalla a muerte entre dos seres peludos.
Esperaba más al contar con los recursos técnicos y económicos para poder reproducir e inclusive trascender un clásico pero por lo visto se dedicados más a hacer una copia de aquellos años de gloria en vez de innovar y crear algo cautivante.