Expuestos a tantas películas de romances durante los años, ya no es fácil ser conmovido por las mismas fórmulas que sólo nos hacen pedir que sea el proceso lo más rápido posible para avanzar a lo interesante.
Está cinta es un ejemplo en sencillez, desde la estructura de la trama, hasta en como el director a elegido filmar las aventuras de nuestro protagonista. Es por eso que no va ser del agrado de todos, más cuando en la desesperación se den cuenta que con el paso de tiempo la trama no avanza de la simple obseción.
Jara (Horacio Camandule) es un trabajador de seguridad de un supermercado que comienza a tener un pequeño interés por Julia (Leonor Svarcas), quién trabaja como intendente de limpieza y la cual con el paso de las noches no puede dejar de observar. Es así como empieza una persistente investigación secreta por conocer a su amada al puro estilo de Big Brother.
Con cámaras por todas partes en el supermercado pareciera una forma ecónomica para los productores ahorrarse dinero, pero le da cierta naturalidad y excusa a Jara para ser intrigado por su musa. Lejos del atractivo visual del cual se pueda enamorar, es la personalidad que demuestra Julia y a la vez la actriz en lo que fuera su interpretación de un mimo lo que nos mantiene interesados en la trama tan básica que puede ser de una cuartilla.
Si no fuera por el carisma del actor Horacio Camandule, todo pareceria al hobbie de un pervertido caza jovencitas. Es gracias a que el guión nos permite conocer la personalidad del protagonista, lo que nos hace hasta hecharle porras para que por fin se anime a platicar con la chica de sus sueños. Con pequeños detalles sin caer en lo chusco y casi en la orilla del sentimentalismo es como el director Adrián Biniez a decidido poner toda la responsabilidad de la cinta.
Tan fácil que es solucionar el dilema y a la vez tan complicado gracias a un buen trabajo de parte del actor por hacernos creer en su terrible tímidez, el cual se convierte en la causa de ver su odisea y a la vez pone a prueba la paciencia de la audiencia.
Desde el inicio se necesita tener simpatía por Jara, de lo contrario la cinta se convierte en una desesperación por esperar que ocurra algo y los minutos eternos.