Crítica: Legión de Ángeles

Un concepto aceptable es diluido por la necesidad de impactar al cinéfilo con los mismos trucos de siempre se convierte en una oportunidad pérdida de lo que pudo ser una aceptable película.

Dios ya tuvo suficiente de los pecadores humanos y decide enviar a sus achichincles ángeles para eliminarnos a todos, pero existe el Arcángel Miguel que se convierte como una especie de Terminator protector a la segunda venida del salvador de la humanidad. De ahí en adelante conocemos a la decena de víctimas que se encuentran convenientemente localizados en medio del desierto en un pequeño restaurante para no gastar demasiado en locaciones, y uno tras otro demonio se aparecen en turno para lograr destruir a la aún afortunada embarazada con el pequeño regalo de esperanza.

Que decepción me causa el ver a cientos de supuestos poseídos por seres angelicales convertidos en estúpidos zombies. Lejos de haber usurpado las funciones de un ente de luz, los denigran como especie de espectros dignos de otra cinta. Los destacables dentro del ejercito de ángeles se reduce a la primera aparición de «Gladys», condenado demonio me espantó con su pequeño amenazador monólogo y su habilidad arácnida; y párenle de contar porque el resto se convierte en una repetición de intentos nada exitosos en su objetivo principal, pero muy efectivos para diezmar a los residentes de la fonda de comida.

El pecado más grande que comete la película es el intentar darles sentimientos a los personajes principales en un género que no requiere hacerlo por tener como función el impactar y en ningún momento profundizar en el tema o ser una moraleja, es entretenimiento palomero y punto. Pero los creadores se dedican en un tercer acto a rellenar con diálogos de personajes que nos importa un bledo, haciendo un refrito de lo que la serie de televisión de «Lost» sabe hacer contando sus vidas que no es por arruinarles la cinta pero sabes desde un principio que no van a sobrevivir.

La gran batalla final entre los ángeles Miguel y Gabriel se convierte en una caricatura de Looney Toons en donde se la pasan dando golpes y sin regla alguna que determine como asesinarse mutuamente, uno debe de observar 20 minutos de relleno hasta que el caprichoso Dios decide que siempre hay todavía esperanza en nosotros.

Tenía material el director Scott Stewart para realizar hasta una serie de películas, pero simplemente no supo como enfocar sus intentos en unos cuantos personajes, ¡vaya! Hasta tenía buenos actores y efectos especiales decentes para hacer un buen trabajo.

Trailer Legión de Ángeles