Crítica: Lluvia de Albóndigas

Imagen de la película de animación Lluvia de Albondigas

Esta es otra de las nuevas películas que busca explotar la nueva tecnología 3D , por lo que en un principio no me importaba ni tan siquiera ver el tráiler. Se a vuelto un gancho el querer ver imágenes borrosas en escenas de acción o terminar con tremendo dolor de cabeza porque no soportas los anteojos.

Admito que he quedado satisfecho con esta primera producción por parte de los estudios Sony: la energía, imaginación y comicidad de la cinta me ha hecho pasar un buen rato. Es que todo se vuelve una mezcla perfecta entre la acción frenética de ver alimentos gigantes caer del cielo y las interacciones de los personajes con un toque de humor infantil que hasta los adultos terminaran riéndose.

Flint es un jóven inventor que por supuesto todo le sale mal, hasta que un día crea una máquina materializadora de alimentos que por accidente sale volando hasta el espacio. De ahí en adelante el menú del cielo es a la carta pero las consecuencias se vuelven reales cuando la avaricia crea mutaciones al grado de formar un tornado de spagueti.

Los temas tratados son los que ya hemos visto con anterioridad en otras cintas y con mayor efectividad, aún así hacen que «Lluvia de Albóndigas» muestre su lado tierno familiar. El ser tú mismo es el principal mensaje que se repite en las situaciones que tienen que lidear cada uno de nuestros personajes, si el mensaje no es tan efectivo es porque es muy light todo, incluyendo las consecuencias de los actos que no pasas del enojo o regaño de los seres que te rodean.

La comicidad fue el elemento principal por lo que no me agradó «Planeta 51» y aquí no falta. No hay escena que se desperdicie en no hacer reír a la gente, llega incluso a ser algo parecido a las locuras de Bob Esponja o hasta los Looney Toons . Incluso el momento en que Flint le pide a su padre enviar un correo electrónico me proporcionó autenticas carcajadas porque es algo de lo más común, no te insulta con chistes fáciles al contrario los personajes son sinceros y realistas en sus conversaciones (algo que agradezco).

El diseño de los personajes es de los más simple sin buscar apantallar con grandes cantidades de pixeles para lograr realismo. Creo que tiene más definición y trabajo la comida que cae del cielo.

Lo que es peor para el filme de «2012» es que esta cinta recrea las escenas de caos mejor que el vómito de efectos que vimos. Existia más emoción en ver elotes gigantes caer del cielo, hasta un panquecillo destruir una escuela que los cientos de edificios derrumbandose en Los Angeles.

Aún así me he divertido demasiado con una película que disfrute plenamente con el chango que habla, el pápa ojos de cejas, el hombre bébe y como olvidar el multitalentoso Manny.