Tomarse muy en serio la película implica no divertirse y lamentarse de haber pagado por irla a ver al cine. Entonces es recomendable entender que es otro producto más de Hollywood que sólo busca satisfacer a la audiencia en esta temporada invernal con una comedia estela rizada por Jack Black.
Los promocionales son interesantes al ver como el mundo de Lilliput es transformado súbitamente por un Gulliver (Jack Black) seriamente contaminado por la mercadotecnia. Es en esos momentos en donde me divertí viendo versiones seriamente alteradas de clásicos del cine y hasta una pequeña versión de Time Square que se ve en los pósters. No será interpretación «hardcore» de Black, pero al menos te mantiene entretenido con una versión infantil de su estilo de comedia. Si están de acuerdo en la forma nada ortodoxa en que se apaga un incendio en el palacio real, lo demás les será de su agrado.
La película no trasciende por estar encasillada en un sólo chiste que para mitad de la película tiene que recurrir al resto del elenco para entretenernos, pero estos últimos actúan como si sus neuronas fueran tóxicas para su cerebro. Entiendo que este requisito era necesario para soportar las locuras de Gulliver, pero en vez de ocasionar gracia mejor decides observar los alrededores de tu asiento haber que te encuentras. También entiendo que no pueden rellenar todas las escenas con la estrella, pero en serio que se vuelve un pesar andar escuchando los diálogos entre la realeza, luego tener que soportar al villano y para rematar a su quejumbroso amigo.
La trama no da para mucho al grado que se sabotea con un desenlace tipo Power Rangers. Si en un principio se podía evitar las invasiones del vecino país construyendo una chatarra gigante, para que tanto show al momento en que envían una flota de barcos. Ni que hablar con el tratado de paz. ¿Tanto para eso?
Hacia tiempo que no había visto deficiencias en el departamento de efectos especiales. Ya ni «Skyline» padeció de la distracción que es ver creaciones digitales sobrevolando las cabezas de nuestros protagonistas sin credibilidad alguna. Aquí cada escena que involucra a los nativos con el gigante se puede ver la sobre exposición de escenas que no fluyen con naturalidad.
En teoría uno podría pensar que Jack Black es garantía de risas, pero si no estas de acuerdo con su estilo mejor ni te acerques. Ahora si que es muy infantil para ser tomada en serio la película, es mejor que la vean los peques porque cada minuto que pasa te hace dudar de tus motivos para permanecer observando la cinta.
Sólo por curiosidad y si no hay nada mejor. Que lo dudo