Crítica: Narnia- La travesía del viajero del alba

Con la falta de fe por parte de Disney y como una oportunidad para la productora Fox, es como tenemos de nuevo el mundo de Narnia en la pantalla grande. Es por eso que el equipo creativo hizo todo lo posible para lograr un producto que supere las expectativas, el resultado a sido una adecuada cinta familiar de muy buena calidad que ha sido truncada por una trama tan común hasta para las caricaturas sabatinas. Y no es culpa de los creadores, tengo que considerar que esta basado en un libro escrito hace más de medio siglo en donde para entonces un villano capaz de hacerte confrontar tus miedos pudo haber sido interesante, ahora  hasta parece que  pudo haber sido un estreno en DVD.

Aún con todo lo anterior, las actuaciones de los chicos Pevensie (ahora ya algo creciditos) no pueden pasar desapercibidas. Las características establecidas desde la primera cinta, son consistentes con los personajes. La pequeña Lucy (Georgie Henley) logra hacernos que nos importe la aventura y hasta su fastidioso primo (Will Poulter) resulta trascender más allá de ser una excusa para hacernos reír. Son ellos que al momento del clímax los que proporcionan la emotividad que nunca me imagine encontrar. Los que a mi parecer salen perdiendo son el Príncipe Caspian (Ben Barnes) y Edmund (Skandar Keynes) con sus luchas de poder que no  llevan a ningún lado.

La dirección de Michael Apted logra recrear el mundo de Narnia con naturalidad. Sin buscar ser llamativo pero lo suficientemente distintivo  es como se nos presentan todas las anomalías de este mundo comparado con el nuestro. Los efectos especiales se vuelven indispensables al momento de las escenas de acción, con la calidad suficiente para no ser un distractor y si como un motivo de emoción.

Es en ritmo de la trama donde al principio uno se llega a preguntar cuando va ha pasar algo que valga la pena. No se si fue para cumplir el requerimiento en los minutos de duración, pero no se llega a transmitir cierto grado de urgencia por  erradicar el gran mal del momento que azota a este mundo alterno,  además que el vapor de Kool Aid sabor limón no provoca demasiado miedo.  Otro detalle es precisamente el villano tampoco contribuye a provocar ningún sentido de peligro que de verdad amenace a nuestros héroes.

No se si vuelvan a producir otra cinta de Narnia, pero por el final tan emotivo, todo indica que así será. Y no podía terminar mejor que con una despedida del gran gato peludo.