Crítica: No me Quites a mi Novio

Esperar más de una hora y media para que suceda algo remotamente interesante no es lo que yo llamaría una experiencia de la cual espero que alguno de ustedes repita.

Los de la Revista Vanidades no se les habrán descompuesto las computadoras al describir la cinta como: ¡Morirás de la risa! y espectacular. Entiendo que deben de mantener sus relaciones comerciales tan sanas como su presupuesto se los permita, pero usar ambos adjetivos como si fueran el carrito de hot dogs de la esquina con la palabra exquisitos no es de buen fiar. Quizás me lo estoy tomando muy en serio al ser una nota que regala pases gratis para el cine y no una crítica formal.

Quienes piensen que la estrella de Kate Hudson es la protagonista principal , se llevaran la sorpresa de que la mayor parte del tiempo no la pasamos con la confundida de Rachel (Ginnifer Goodwin) que no tienen ni la más remota idea de como decir la verdad y terminar por fin con este conflicto. Es una escena tras otra del recuento de la primera vez que se conocieron ella y el futuro esposo de su mejor amiga, cuando eso termina, tenemos que aguantar las interminables conversaciones entre los dos culpables por que Darcy (Kate Hudson) no los descubra su aparente traición.

No existe nada de comedia en este embrollo que se alarga más de lo que debe. Los pocos momentos de sinceridad llegan gracias a Ethan (John Krasinski) que por supuesto nadie le hace caso y para colmo termina más desprestigiado que la protagonista. Como novela que es, ha de ser interesante todos estos líos amorosos que en la gran pantalla se vuelve tan aburridos al no poder transmitir la intensidad de los sentimientos de los personajes tan fielmente como la autora los pudo haber redactado.

No llego a comprender como la protagonista se desgasta por un amor que no puede ser expresado, siempre reprimidos supuestamente por proteger a un ser querido. Si todo resultó de un error, al menos tener el valor de solucionarlo al momento y no después de días o meses, ya perdí la cuenta porque no logro identificar cada fiesta o día festivo que por lo visto son los únicos momentos en donde estos amigos tienen interacción.

El desenlace donde se soluciona todo en cinco minutos , es un insulto ante la atención del público que espera pacientemente a que por fin el conflicto se resuelva. Te mantienes esperando esa explosión de sentimientos retenidos para que todo se resuelva de forma tan simple que me enfado por completo.