Crítica: Perras

ADVERTENCIA: Grandes dosis de sarcasmo a continuación.

En esta frase puede ser resumido el reciente despropósito de Guillermo Ríos,  quien se atreve a recurrir a las más patéticas estrategias para promover un filme insulso, terrible y ofensivo como lo es Perras.

En el panorama nos encontramos con las típicas triquiñuelas utilizadas para vender un producto que en el mejor de los casos es mediocre. Ríos tiene el cinismo de vender su opera prima alabándose así mismo, argumentando que es el quien se ha encargado del guion de Capadocia y además en está su gran obra se cuenta con la exclusiva e incitadora participación de Galilea Montijo. “Actriz que con su gran capacidad dramática” transforma a la película en una obra que debe verse a toda costa.

Sobra decir que no faltaron los desplegados y reportajes en medios informativos y revistas para jovencitas.

Entrando en materia Ríos ha tenido una formación más apegada a la escritura de guiones,  el teatro y una breve  incursión en televisión. Perras es una adaptación de una obra teatral de su autoría, que ha gozado de relativo éxito, que mejor pretexto que ese para hacer una película y tirar un millón de dólares en semejante aberración.

Perras inicia con el original e innovador recurso dramático de arrancar por el final, tenemos así un comienzo en off y aparecen los problemas…las “actrices” están sumamente limitadas, pues cuando desde el inicio es más que obvio la falta de naturalidad y lo forzado de los diálogos, no es una buena señal. Así somos acompañados por una narración de alguien quien parece leer y que para empeorar la situación no lo hace bien. Pronto se nos muestra a las protagonistas, las cuales “inteligentemente” y para aceptación del publico promedio, obedecen a una convención en la forma en la que están concebidas… en pocas palabras son estereotipos andantes, que erróneamente el director y guionista confunde burdamente con arquetipos. La ingenuidad de Ríos llega al grado de publicitar su película diciendo: En ella verás a Sofía, la típica chava que todos envidian porque es bonita, tiene dinero…

Claro el hombre tiene fe en la estupidez de la gente y lo digo sin afán de ofender, pues estoy seguro que pensó que las niñas de catorce irían corriendo a identificarse y sentirse realizadas con sus homologas en pantalla. Afortunadamente Ríos no pudo estar más equivocado.

Regresamos a la trama y nos encontramos con un grupo de amigas, cada una de las integrantes con características bien definidas y un perfil a cumplir. Sobra decir la poca calidad actoral de las jovencitas, que increíblemente y según el ya mencionado hasta el cansancio director, provienen de un casting de más de 400 postulantes.

Los personajes se encuentran al nivel de los que vemos en los programas “edificantes” juveniles, abunda la inexpresión o la sobreactuación y por supuesto una falta total de  carisma y un pronunciado problema de dicción, quizás se podrían perdonar todos los errores si nos encontráramos ante un historia loable e interesante, pero este no es el caso. Se nos prometió una visión de la perspectiva de las jovencitas, una vista de su mundo, lleno de dolor y erotismo(sic).

Lamentablemente la historia no funciona bien y es evidente que algo anda mal con el desarrollo de la película, pues si encontramos el mundo juvenil, pero estereotipado y en lo absoluto verosímil pues el mismo no corresponde con la realidad. ¿Por qué me atrevo a afirmar esto?… nadie absolutamente nadie habla como lo hacen las protagonistas de perras, problema que también encontramos en las telenovelas y shows de escaso contenido. Su representación de la realidad es burda y sin un trasfondo. También esta ahí el erotismo prometido, pero no desde la perspectiva juvenil, si no desde un evidente ángulo de la preconcepción adulta.

La película se encuentra envuelta en un halo de extrañeza, la misma se mueve en un ritmo discontinuo y todo da la sensación de estar fuera de lugar.  Lo cual podría encontrar explicación en la formación teatral del realizador, lo que si no es justificable es lo risible de muchas circunstancias y el como la trama es desplazada por una serie de sub-tramas que no vienen al caso, así entonces somos testigos de una historia que continuamente invita a salir de la sala por la forma en la que esta contada.

Perras sin duda alguna es una propuesta fallida, increíblemente mala y tremendamente insoportable… es más que obvio que a Perras ni cubriéndola de barniz se arregla.

Trailer Perras