El volver a recrear una cinta de tiempos atrás implica sus riesgos. Siempre uno como cinéfilo estará atento a los cambios e inovaciones que pueda tener esta nueva película que usurpa el lugar de la clásica.
Afortunadamente para «Pelham» no he visto la cinta oríginal, que me imagino ha de ser superior al pedazo de mediocridad que acabó de ver.
Quien quiera recrear un cinta debe de ofrecer algo nuevo que valga la pena, aquí la historia del secuetro de un tren con rehenes la hemos visto antes: persecusiones de autos , las demandas de dinero que deben de ser cubiertas a tiempo, las múltiples muertes de personas inocentes a manos de villano; todo lo hemos visto antes y ya sabemos como va a terminar.
Es por eso que la cinta es rútinaria y apesar del uso del adecuadode herramientas en el área de efectos, sónido, fotografía y actuación; todo es un desperdicio.
Los primeros minutos vemos a un grupo de personas subir un vagón de tren, mismo que secuestran con una veintena de individuos «X» de los cuales solo del ex-soldado y el chico de la laptop me acuerdo. Me importó mas cuando el Dr. Octopus aterrorizó un tren en SpiderMan 2 que la bola de rechazados e ineptos delicuentes, quien por cierto son lidereados por «Ryder» (John Travolta) del cual se le agradece su ironía en el transcurso de la cinta.
No hay que olvidarse del encargado de transito Walter Garber (Denzel Washington) de quien mantiene la misma expresión de – «¡saquenme de aquí, no quiero estar en esta película!» Al final ni la presencia de estos dos actores redime una trama de los vista y reciclada.
El director Tony Scott podrá mover la cámara para todos lados, hacer flashes digitales, volar autos y usar un adecuado presupuesto en mostrarnos locaciones y decenas de patrullas por Nueva York, pero se vuelve inútil porque ya sabemos como termina todo. Esperas algo emocionante , algo nuevo que no te imaginas y te decepciona hasta la última escena.