Hay que admitir que el género de rapto extraterrestre no cautiva tanto como hace algunos años cuando no era tan común ver tantas personas con sus cámaras grabar objetos voladores en el aire. Por eso resulta novedosa la propuesta del director Olatunde Osunsanmi de mezclar escenas ficticias de los actores con supuesto material audiovisual verídico para hacer de esta película algo fuera de lo ordinario.
La primera escena es la misma que en el tráiler. Se acerca la bella Milla Jovovich para informarnos que lo que estamos a punto de ver esta basado en hechos reales y que depende de nosotros que creamos lo que nuestros ojos están a punto de ver. Esto funciona como el inicio de una atracción mecánica de feria, donde entras a la casa de los espantos y aún sabiendo que nada es cierto, no dejas de espantarte por fantasma que se aparece.
Hablando de fantasmas. Durante la película aparecen escenas de la entrevista con la verdadera Dra. Abigail Tyler ( que parece más extraterrestre que los mismos seres del espacio) y un psicólogo inquisidor en conocer su historia que lleva el mando de la diarrea informativa.
Comenzamos con un paciente en estado hipnótico que relata sus síntomas de insomnio a nuestra bella psico-actriz y no a la ojos de rana. De ahí en adelante los relatos se vuelven enigmáticos y los eventos desagradables que le ocurren a los abducidos son el fuerte de la película.
A diferencia de «Actividad Paranormal» , aquí son más reales los hechos paranormales en especial con la pésimas videograbaciones que logran el objetivo de lograr uno que otro espanto. El lado negativo es que esta escena se repite a lo largo de la cinta, claro que aumentando un poco la intensidad del zangoloteo magnético de la cámara, voces, gritos, etcétera.
Milla Jovovich hace lo que puede con su falta de emotividad cuando las escenas lo solicitaban. No se le cree cuando grita desesperadamente por su hija o otro hecho extraño le cause temor. Afortunadamente no recae en su actuación para lograr el aspecto del terror, como ya dije , son los videos lo que proporcionan los mejores momentos.
La decepción llega cuando descubrimos que el supuesto halo de veracidad que envuelve a las escenas con una edición llamativa, es una farsa. No existe nada de verdad en las desapariciones de personas en un pueblo de Alaska. Los creadores se valieron hasta de pedazos de periódicos reales, pero falsificados para lograr la publicidad necesaria.
Aún así logra a medias su objetivo de espantar y entretener. Sólo con tanto truco pueden lograr una narrativa coherente para sostener la farsa.
Sea verdad o mentira a mi me dio mucho miedo osea esas imagenes supuestamente reales tambien eran bastante tenebrosas ….. ademas la vi con las luces apagadas …. a el que todavia no la ve se la recomiendo y que oajal la vea solo la luz apagada y el volumen bien fuerte :S
Es una opinión pero nom es necesario poner adjetivos tan despectvos como ojos de rana y etc., tampoco hablar con lenguaje altinosante, solo expresemos ideas bien estructuradas y ya.
A mi me encanto la pelicula jejeje.saludos