‘Elysium’, una lamentable decepción

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Cuando en el 2009 el sudafricano Neill Blomkamp sorprendió al mundo con la estupenda Sector 9, cinta de ciencia ficción, la mayor parte de la crítica y el público en general cayó a sus pies, no solo por la propuesta visual sino por ser una crítica social a la humanidad. De antemano se sabía que Blomkamp sería el encargado de adaptar al cine la imposible franquicia de Microsoft, Halo, producida por Peter Jackson, pero debido al alto presupuesto que esta requeriría fue cancelada. Sin embargo, para nuestra fortuna, Blomkamp llevo a cabo, apadrinado por Jackson, un pequeño proyecto que ya había trabajado y que decidió extenderlo a largometraje. ¿El resultado? Una de las mejores películas de ciencia ficción en años. Por ello era de esperarse un trabajo igual de significativo más teniendo en cuenta el espectacular tráiler. Desafortunadamente Elysium queda en una mera decepción.

La propuesta de Neill Blomkamp con Elysium es muy agradable en cuanto a contexto y en cuanto a la propuesta visual y auditiva. Es el año 2154 y la tierra es un lugar con sobrepoblación acarreando como tal los problemas que esto conlleva, por tal motivo los más poderosos y ricos decidieron abandonar el planeta e irse a Elysium, una base espacial avanzada que cuenta con un estilo de vida lujoso y que prácticamente asegura la inmortalidad de todos sus habitantes. Los altos recursos médicos de Elysium, que literalmente pueden curar cualquier enfermedad, genera que los habitantes de la Tierra, quienes poco a poco están muriendo, decidan ir ilegalmente, usando transportadores espaciales, a Elysium. Claro esta que nunca llegarán ya que Elysium es un lugar solo para privilegiados. Con esta premisa Blomkamp nos adentra a su interesante película, el problema es todo lo que rodea a la trama.

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Blomkamp con un irregular prólogo nos presenta al protagonista de la historia, un pequeño niño educado en un orfanato de monjas. Como es de esperarse, y no es que este mal o cliché, el niño tiene la ilusión de salir de ese mundo de porquería, de tristeza y muerte e ir a Elysium, que dicho sea de paso es presentado como un paraíso terrenal «en el cielo». No conforme con ello el director decide meter a otro personaje, hasta ese momento fundamental, el amor platónico del protagonista y uno de los principales motivos por los cuales el pequeño niño tendrá como meta principal «salvarlos a todos» y llevarlos a Elysium. Con esta introducción queda muy claro de que va la historia, el problema es que el desarrollo y el desenlace no esta ni remotamente vinculado ni construido con la lógica del prólogo.

Matt Damon, quien da vida al niño y al posterior adulto en el que se convertirá, en ningún momento de la película muestra un interés por los demás y de su relación con su amiga de la infancia ni hablar, no existe. Inclusive parecieran dos películas totalmente diferentes. El motivo por el cual Damon acude a Elysium es por interés propio y hasta un tanto forzado. Y si de cosas forzadas hablamos el argumento del clímax, el cual convierte al protagonista en salvador, es muy inverosímil, pareciera que Blomkamp se quedo estancado en la labor del guión y puso lo primero que se le vino a la mente sin importarle si tuviera sentido. Por ello cuando llega el desenlace, sin ningún toque de épica o de emoción, la sensación que queda en el espectador es de tremenda decepción e insatisfacción.

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Y es que otro de los mayores problemas de Elysium, sumado a su terrible guión, son los personajes del relato. Matt Damon no solo se siente como un cascarón vacío sin ninguna cualidad, sino que además le falta el carisma necesario para sobrellevar una película de estas características. Alice Braga, quien da vida al amor imposible de Damon es totalmente irrelevante, y no por una mala actuación sino porque su personaje es muy maltratado hasta límites absurdos. Pero si de absurdos hablamos los villanos de turno se llevan las palmas, tanto Jodie Foster como cruel directiva de Elysium así como Sharlto Copley dando vida a un desalmado mercenario, quedan reducidos a meras caricaturas sin estructura dramática. El destino de ambos personajes queda tan simple e intrascendente que te preguntarás al terminar la película cual era su cometido en la historia. Una lástima pues ambos personajes tenían tanto potencial.

En definitiva no creo recomendar bajo ninguna condición a Elysium debido en mayor parte a que promete mucho y no cumple ni remotamente el 40% de su cometido. Una de las últimas esperanzas del verano fílmico, que dicho sea de paso fue terrible, queda en un espejismo que se ahoga en sus propias ideas visuales dejando de lado su errónea narrativa. Supongo que Elysium es la última alerta roja del año que nos rectifica que la gran mayoría de los estrenos comerciales del 2013 fueron una tomadura de pelo colosal.

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