Escuchen al ex-Batman

Desde el anuncio de que Batman y Superman estarían salvando al mundo por primera vez juntos en la gran pantalla, los medios de comunicación no han parado de estar especulando con los detalles de la nueva producción.

Ahora la atención se enfoca en quien será el nuevo actor responsable de propagar el legado del caballero oscuro y por lo visto no existen buenos prospectos porque han estado seduciendo a Christian Bale con un cheque de 50 millones de dólares. No los culpo, lo menos que quisieran los ejecutivos de Warner Brothers es arriesgarse y agregar otro problema a la lista de cosas por solucionar con un nuevo actor que puede o no tener el agrado del público.

El éxito para esta destinada unión en apariencia esta garantizado. Será un evento inédito en la historia del cine en donde ni los Vengadores pueden competir porque el trabajo en equipo de varios superhéroes alrededor de una misma amenaza ya la habíamos presenciado con los X-Men. Lo que hace tan especial el asunto es que estamos hablando de dos personajes iconos de la industria del cómic, más bien los responsables de que exista toda una industria alrededor de la fantasía de superhéroes y no los derivados de que resultaron de las aventuras de los dos grandes. Si esto no es suficiente para emocionarse no se que más lo hará.

Pero aún cuando un mundo de posibilidades se ve en el horizonte con la gran película que todos mundo espera, existe un largo camino para que se haga realidad. No puedo ignorar en que manos esta producción, ni los porqués de la necesidad de que esta película genere grandes ingresos para un estudio cinematográfico hambriento de producciones generadoras de divisas. El Hombre de Acero nació de la necesidad de encontrar un substituto a Batman, que si bien alcanzó a tener un triunfo taquillero con un excesivo uso de mercadotecnia, no fue a tal grado de romper récords.

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En mi crítica sobre El Hombre de Acero mencionaba que no creen en el personaje al tener la necesidad de adjudicarle una complejidad emocional inexistente. Por lo visto aún siguen sin creer en Clark Kent, porque al parecer ya no existen aventuras dignas de contar en solitario. A Superman lo han devaluado. Mientras que Batman tuvo su trilogía , el hijo de Kripton se tiene que conformar con su película justificante para lanzar el objetivo principal que es unir a los dos personajes en una cinta.

Lejos de las circunstancias de las que dan origen a este proyecto, existen otras preocupaciones. Estuve dispuesto a creer en que el director Zack Snyder hubiera tomado en serio la oportunidad de regresar Superman a la pantalla, hasta tiene algunos destellos interesantes, es sólo que el director al final la película se le sale de las manos. Yo se que a muchos les fascinó su ideología de menos palabras y más acción, inclusive el intento por mostrar un Clark Kent más interesante del que conocemos, sólo que el desenlace esta para hartarse. Tanta lucha, efectos visuales, explosiones, destrucción sin descanso hasta llegar al momento ínfimo con la decapitación de Zod. Pues a uno a no le dejan muchas esperanzas de que las secuelas puedan ser mejores.

Es por eso que deseo que escuchen a Christian Bale cuando afirma que volvería a interpretar Batman, al menos que el director Christopher Nolan regrese. No me habrá fascinado del todo su última película, pero el hombre tiene la confianza de no caer en un clímax extendido de 40 minutos porque piensa que su trabajo no fue suficiente. Es obvio que el dinero es lo de menos, podrán darle un cheque en blanco a Nolan con tal de que saque a flote la película, lo que preocupa es que aún con el recurso económico el director no acepte, y lo entiendo, porque si hubiera un libreto digno de contarse y no un mandato del mercado por juntar dos propiedades de DC Comics, Nolan hubiera sido el primero en firmar contrato.

Por tales motivos, espero que por favor escuchen al ex-Batman.