Stranger Things – MADMAX, secuelas paranormales

Protagonistas de Stranger Things en el episodio Mad Max

Se me hizo extraño que el título del episodio no tenga mucho que ver con la trama, hasta que leí que los hermanos Duffer lo hicieron a propósito para no arruinar las sorpresas. ¡Astutos hijos del Demogorgon!

La nueva temporada inicia algo dispersa en cuanto a las historias que desea narrar, como podemos notar con la escena inicial donde policías persiguen a un grupo de delincuentes y termina el la revelación de la identidad secreta de uno de los integrantes. Más allá del shock inicial de adrenalina, no se ofrecen respuestas y de inmediato regresamos a Hawkins, Indiana.

La nostalgia de los años 80’s sigue presente, esta vez en forma de los juegos de arcade, uno de los pasatiempos preferidos de nuestra pandilla de amigos. Es en este representativo lugar donde Will (Noah Schnapp) tiene la escena de los avances donde aparece el pueblo de Hawkins consumido por una nube aterradora.

Si el episodio lo podría resumir temáticamente es en el deseo de las víctimas de regresar a la normalidad, aún cuando haya transcurrido el considerable tiempo de un año, las secuelas siguen presentes, tanto que el sonido del teléfono aún altera los nervios de Joyce (Winona Ryder), quien por cierto, ha dejado el club de las víctimas desesperadas y le han encontrado un nuevo pasatiempo romántico llamado Bob (Sean Astin). ¿Fue acertada tal decisión? Solo el tiempo lo dirá, por lo pronto parece ser algo trillada y fácil la solución para que el personaje tenga algo que hacer.

Quien no ha abandonado el escepticismo es el jefe de policía Jim (David Harbour), quien sigue resolviendo misterios exóticos como descubrir el culpable de destruir cultivos de calabaza. Solo que esta vez sabe que puede ser algo paranormal y el miedo no lo abandona,  a tal grado que un espantapajaros es causa de alarma. A eso hay que agregarle un individuo que está convencido que Once (Millie Bobby Brown) es una espía rusa con la misión de atacar Estados Unidos.  Pues si que la tiene fácil.

Mientras los adultos tratan de regresar a la normalidad, los chicos parecen los menos afectados a tal grado que investigan la misteriosa identidad de MADMAX: una nueva chica que acaba de mudarse y promete causar conflicto en el grupo de amigos.

De lado de los adolescentes olvidados, tenemos la trama donde Nancy (Natalia Dyer) y  Steve (Joe Keery) visitan a los padres de la desaparecida Barbara (Shannon Purser) para enterarse que han contratado un reportero-detective que descubra lo que le sucedió a su hija. Nancy no puede evitar sentirse culpable de conocer la verdad  e  impotente te no revelarla porque los padres de Barbara han llegado al punto de hipotecar la casa para pagar una investigador que resuelva el caso.

Pandilla Stranger Things en el episodio MADMAX

A estas alturas no entiendo porque seguimos regresando con Barbara. Por un lado estoy satisfecho con su permanente desaparición y por el otro la terquedad de recordarnos tal evento me hace suponer que hay algo más importante que aún no descubrimos. Espero que sea lo último porque prácticamente estas escenas parecen perdida de tiempo.

Quienes me mantienen en suspenso son los encargados del laboratorio secreto muy dispuestos a colaborar con el caso extraño de visiones que tiene Will. Esa aparente tregua que existe entre los civiles me fascina tanto, porque por lo general eso no ocurre. Siempre son tan ocultas sus misiones que no hay nada que evite asesinar a una docena de individuos.

Pero lo fascinante es que los experimentos con el mundo al revés siguen a tal grado que el ente que habita de tal lado tiene sed de sangre. Esta amenaza es ahora la que se convierte el motor de la historia. No se compara a la primera temporada con la desaparición de Will, pero por lo pronto tendrá que ser suficiente.

El episodio cumple su función de mantener el misterio de la serie, con una adecuada cantidad de escenas que aún causan ese miedo inocente que tanto se extraña, además de introducir  nuevos personajes que ayudan a los establecidos mantenerlos activos.

Lo mejor es sin duda el desenlace que opta por reforzar la cualidad única del elenco, y nos hace recordar porque Once es sin dudas la protagonista principal. No puedo negar que la escena final me emocionó tanto por las posibilidades que significa para el personaje.

Por lo pronto este fue un apropiado inicio y no puedo esperar para ver más.